José Antonio Hermida avisó antes de la prueba de hoy en Pietermaritzburg (Sudáfrica). "Habrá sorpresas" dijo. Y tenía razón, las hubo. El veterano biker de 35 años se veía con fuerzas para afrontar la competición y sobretodo, se veía con mucha confianza: "Es cierto que bikers como Schurter y Absalon han dominado a lo largo del año, pero hay gente que vienen más descansada, más fresca. Y entre estos ‘outsiders’ estoy yo”.

Hermida consiguió el bronce en el Mundial de Mountain Bike en la prueba de cross country y con ello, suma un éxito más a su larga carrera en la que ha conseguido un título mundial en 2010, tres campeonatos de Europa o la plata olímpica en Atenas 2004 entre otros. Tras lograr el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Londres y quedarse a las puertas de las medallas, el biker catalán quería volver a la cúspide de la mountain bike en Pietermaritzburg, un escenario donde ya conocía la victoria.

Aunque el circuito no fuera el mismo de hace unos años, el terreno y la colina sí lo eran; con el mismo tipo de subidas medio largas y los mismos senderos. Un circuito perfecto para Hermida.

La clave de la carrera estaba en la salida, una recta muy ancha en la que se giraba tras 400 metros y donde se comenzaba a subir en un carril de dos corredores que más tarde se conviertía en una vereda de uno. Hermida evitó el embudo y consiguió no quedarse atrás para liderar la persecución del favorito, y posteriormente ganador, el suizo Nino Schurter, que dominó toda la carrera.

El desgaste pudo con el español que en los metros finales vio como el alemán Fumic le arrebataba la plata. Otro español, Sergio Mantecón, acabó en 24ª posición.