Alejandro Valverde se metió en el sprint de Madrid, en el que terminó sexto, para arrebatar en el último día a Purito Rodríguez los puntos y la combinada. Por el maillot verde, Valverde superó a Purito por 199 a 193 con los diez que sumó en Cibeles. Por el blanco, empataron a ocho, pero se lo apuntó el murciano al acabar por delante en la general, segundo clasificado.

Valverde confirmó sus intenciones en la meta: "Ya avisé a Purito por la mañana de que no iba a esprintarle en los intermedios, pero que sí me la jugaría en la volata para intentar conseguir los dos jerseys. Por fortuna, la estrategia me salió bien". El tercero de esta Vuelta se mostró un tanto fastidiado: "Me habría encantado subir al podio con ellos, qué le vamos a hacer, la batalla se ha mantenido hasta la prórroga y Alejandro me ha batido".

De no ser por el fallo de Purito en Arrate, donde se dejó llevar en los metros finales y Valverde le levantó la cartera ("Soy tonto, poco más hay que decir con semejante novatada"), el catalán se habría enfundado las dos prendas en el cajón de Madrid. Se otorgan 25 puntos al vencedor de etapa y 20 al segundo, así que con lo que acumulaba uno y lo que dejaba de contabilizar el otro, Quim no habría cedido los maillots ayer.

Joaquín ya vivió una situación similar, aunque a la inversa, con Mark Cavendish en el pasado Giro. En el Stelvio, penúltima jornada de la corsa, en la que terminó cuarto, adelantó al británico por un punto, 139 a 138, en la maglia rossa de la regularidad.