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CICLISMO | VUELTA A ESPAÑA

Kessiakoff gana la crono y Purito mantiene el liderato

El sueco Fredrick Kessiakoff ha ganado la undécima etapa de la Vuelta Ciclista a España de 39,5 kilómetros, contrarreloj individual. Purito mantiene por un segundo el liderato.

El sueco Fredrik Kessiakoff (Astana) se coló en la fiesta de los favoritos y sorprendió ganando la contrarreloj individual de 39,4 kilómetros disputada entre Cambados y Pontevedra, en la que Joaquim "Purito" Rodríguez (Katusha) conservó el maillot rojo de líder por un segundo ante Alberto Contador, el mejor entre los candidatos.

Kessiakoff, de 32 años, no entraba en los pronósticos, pero fue el más fuerte en la exigente cronometrada gallega, en la que superó por 17 segundos a Alberto Contador y en 39 a Chris Froome, los llamados a un duelo que se decantó finalmente a favor del madrileño, ganador de una batalla que sin embargo no le condujo hasta el maillot rojo por un suspiro y que mantuvo a los ilustres en el margen de un minuto en la general, con todo por decidir.

Purito salvó el trance con nota, superando su "martirio" particular con el reloj. Un séptimo puesto a menos de un minuto de Contador fue un éxito para el catalán, que dio "un salto de gigante en el objetivo de ganar la Vuelta". También salió airoso Alejandro Valverde (Movistar), cuarto en la etapa, a 51 segundos del corredor de Pinto.

La prueba del reloj dejó detalles, pero las cosas quedaron, con matices, en los márgenes anteriores, por lo que será la montaña asturiana la que perfile el podio de Madrid. Contador ganó la partida a Froome por 22 segundos y le adelanta en la general por 15, balance aceptable teniendo en cuenta que el candidato era el ciclista del Sky, reciente medalla de bronce en la crono de Londres.

Era la especialidad del británico, donde tenía que hacer algún colchón de tiempo, pero no aprovechó la oportunidad, por lo que ahora tendrá que batirse en el territorio de Contador, que ya sueña con los grande puertos del fin de semana, con Los Ancares, Lagos de Covadonga y Cuitu Negru.

No será ese el mejor escenario para Purito, que prefiere las rampas cortas y explosivas a los puertos duros y largos, pero el líder del Katusha está en su mejor momento y pletórico de moral por haber salvado el liderato en Pontevedra. Luchará por las bonificaciones en todos los finales en alto, para empezar este jueves en el Mirador de Ézaro, con una llegada a su medida. También se agarra a la alta jerarquía Valverde, cuarto en la general a 59 segundos.

La Vuelta sale muy viva y emocionante de una contrarreloj que, efectivamente, no era para especialistas, ya que exigía dotes de escalador por la inclusión del Alto Monte Castrove, un tercera de 10 kilómetros al 4,5 por ciento.

La sospecha quedó demostrada cuando entró en meta el campeón mundial de la especialidad, Tony Martin (Omega). El alemán fue superado por el español Jonathan Castroviejo, que fue una de las referencias para los favoritos, también por el australiano Richie Porte (Sky) y el sueco Fredrik Kessiakoff (Astana), éste además marcando el mejor registro con unos interesantes 52.36 minutos que fueron definitivos para ganar la etapa.

El nórdico aguantó un buen rato en la silla del ganador provisional, de frente a la meta, por si alguien le superaba. Tal vez Contador, posiblemente Froome, pero la espera mereció la pena porque obtuvo su tercera victoria de la temporada. Tampoco fue la sorpresa mundial, ya que en la Vuelta a Suiza le ganó una cronometrada al mismo Fabian Cancellara en un recorrido de 35 kilómetros.

Fue el encargado de quitarle el caramelo de la boca a Contador, que fue el mejor en la zona llana del recorrido y segundo en la cima del puerto (km 23), solo superado por Kessiakoff. Todo señalaba a día de gloria del pistolero de Pinto, pero chocó con el ex corredor del Fuji Servetto de Matxín, ciclista procedente de la bicicleta de montaña, quien firmó su hazaña a una media de 44,9 kms/hora. Sin avisar se coló en la zona VIP y en lo más alto del podio. Era su estreno en una grande.

Mañana se disputa la duodécima etapa entre Vilagarcía de Arousa y Dumbría, de 190 kilómetros, llegada en el alto inédito del Mirador de Ézaro, donde saldrá a escena de nuevo los favoritos.