Dos vuelos chárter para el traslado Barcelona-Vigo

Tras acabar la novena jornada en Montjuïc, la Vuelta contrató dos vuelos chárter, que salieron desde El Prat (Barcelona-Vigo, unos 910 km por el aire), para realizar el traslado a Galicia (casi 1.200 km por carretera). Ocho autocares llevaron a los corredores, la organización y los medios de comunicación desde la meta hasta la Terminal 1 del aeropuerto. El primer avión partió a las 19:30 horas con los ciclistas de Saxo-Tinkoff, Garmin, BMC, Euskaltel, Katusha, GreenEdge, FDJ, Lampre, Liquigas, Lotto, Caja Rural, Astaná, RadioShack y Rabobank. En el segundo, viajaron los del Omega, Sky, Ag2r, Vacansoleil, Cofidis, Andalucía, Movistar y Argos, aparte de la gente de Unipublic y la prensa.

Una vez en Vigo, otros seis autobuses dejaron a los equipos en sus respectivos hoteles. Dos más se destinaron para la organización y periodistas. El criterio que se siguió para dividir a las formaciones fue la cercanía de sus alojamientos, ya que estaban repartidos entre Pontevedra, Sanxenxo, Cambados, Campañó, Portonovo, Vilagarcía de Arousa y Vilalonga.

Duchas. Los corredores se ducharon en los bajos del Estadio Olímpico, ya que sus autobuses habían emprendido el traslado a Galicia bien prontito por la mañana (como Euskaltel, Garmin y Lampre), tras la salida de Andorra (Movistar) o después de que llegaran a Montjuïc (la mayor parte de las formaciones).

Material. Los equipos disponen de dos vehículos grandes: un camión para bicis y el resto del material y el autobús de los ciclistas. Todos los camiones salieron de Andorra por la mañana y se presentaron en Galicia antes de la noche. El autocar donde se suelen duchar los corredores sirvió esta vez para recoger sus bicis y ropa sucia. Sky no tuvo problemas para preparar las habitaciones de su gente, como acostumbra.

Sin masaje. Debido a lo apretadísimo de la agenda, los ciclistas no recibieron ayer el habitual masaje post-etapa. "Como hoy es día de descanso, apenas tiene importancia", decían en el Movistar y Euskaltel. En Sky, sí trastocó su milimétrico calendario: "Aquí no se perdona nunca el masaje, el viaje es una faena, aunque el avión no influya en nada en la recuperación y en el descanso de los chicos".

Noche en Burgos. Los auxiliares que condujeron los coches que van en carrera y los buses que esperaron hasta la meta de Barcelona hicieron noche en Burgos, en el hotel Ciudad de Burgos. Hasta allí se completa la mitad del trayecto por carretera, unos 600 km. Los otros 600 los harán esta mañana. En total, son 12 horas en el asfalto, medio día. Algunos periodistas durmieron a mitad de camino, a otros les llevó Unipublic el coche y el equipaje (se recomendó no facturar en los vuelos), y algunos más recogieron un nuevo vehículo de alquiler en Vigo.