Ciclismo | Vuelta a España | 4ª etapa
Esto es la guerra
Movistar acusa a Sky de provocar la caída de Valverde. Purito, líder
Polémica. Trisca. Bulla. La Vuelta no deja de añadir alicientes a su programa de festejos. Para empezar, cinco escapados con trece minutos de ventaja y debate sobre la pasividad de los favoritos. De repente, viento de costado, ataque del Sky y caída de Valverde, líder por los suelos. Y deshecho el amasijo, el Sky que no para. Malditos y cosas peores. No falta quien recuerda que el equipo inglés detuvo etapas del Tour por menos de un estornudo. Exageración leve. Sigue el ruido. Flecha tira como una ídem mientras los Movistar se lo reprochan. Los coches de los directores implicados se emparejan como las cuadrigas de Ben-Hur. Muerte a la siesta, viva el ciclismo.
Al término de la etapa, Eusebio Unzué acusó al Sky de haber provocado la caída del líder y equivocó el argumento. Lo discutible (y mucho) es parar o no cuando un favorito se cae. Lo demás es paranoia. Sky se movió antes de que se cayera Valverde y no es responsable de su accidente (Sky no es el MI6). Después quiso eliminarlo, cierto, lo que es un cumplido, porque significa que lo considera un adversario para el triunfo final. No hay que rasgarse las vestiduras, por lo tanto, sólo esperar. Si algún día se cae Froome se le abanica igual y tan enemigos. Viva el ciclismo.
Valverde, entretanto, cumplió con lo que se espera de un campeón herido. Buscó amigos, conocidos, restó tiempo y estuvo a 20 segundos de cazar a los favoritos en Valdezcaray. Su desgracia es que un ataque de Contador aceleró el tren cuando estaba a punto de subirse en marcha. Los 55 segundos que cedió en la meta son un castigo menor que no le descarta de nada. Únicamente falta por ver si la rabia le impulsará o le abatirá. Hay dudas.
Ofensivo.
Vayamos ahora con Contador, al que habíamos dejado atacando, más ardiente que las pistolas del Coyote. Su hachazo partió el grupo y sólo Froome y Roche resistieron su ritmo. Pareció el fin para Purito y demás aspirantes, pero la fuga murió por falta de colaboración. También, probablemente, por escasez de fuerzas; si quieren superhombres busquen en la Marvel. Viva el ciclismo (el nuevo).
Por delante, Tony Martin y Simon Clarke enfilaban la meta con clara ventaja para el experimentado campeón alemán, ganador en mil carreras. Bien, pues venció el joven australiano, sin triunfos hasta ayer.
Los gallos se presentaron un minuto después y Purito, tras la decepción de la etapa anterior, se vistió de líder, un segundo por delante del malvado Froome y con cinco de ventaja sobre Contador. Dios aprieta pero no ahoga (no mucho).
La anécdota (sádica) queda para Marcos García, del Caja Rural, que ignoró a los tres primeros y celebró la victoria con un entusiasmo conmovedor. Las azafatas, que parecen muchachas de gran corazón, deberían haberle achuchado y no hubiera costado encontrar a un concejal que le hiciera entrega de un jarrón de Murano o similar. La organización falla en estas cosas...