Purito retorna en Burgos tras su éxito en el Giro

Ciclismo | Vuelta a España

Purito retorna en Burgos tras su éxito en el Giro

Purito retorna en Burgos tras su éxito en el Giro

paulino oribe

Purito Rodríguez no competía desde que quedó segundo en el Giro de Italia. Hoy reaparece en la Vuelta a Burgos, carrera que ganó el año pasado, pero en éste la enfoca más tranquilo, porque lo que quiere es llegar lo más fuerte y fresco posible a la Vuelta a España.

La última vez que vimos a Purito Rodríguez montado en una bicicleta llevaba la maglia rosa y cruzaba la línea de meta en la Piazza del Duomo de Milán. Era la contrarreloj final (30 km) y por sólo 16 segundos perdió el liderato en favor del canadiense Ryder Hesjedal. Segundo puesto, al fin, y una sensacional actuación, con triunfos en las cimas de Asís y Cortina d'Ampezzo y diez días con la maglia rosa.

Dos meses después, el explosivo y carismático ciclista catalán vuelve a ponerse un dorsal en la Vuelta a Burgos. Será el número 1, porque ya ganó esta carrera el año pasado. "Quitando los inviernos, nunca he estado tanto tiempo sin competir en toda mi vida", cuenta Purito.

Esta inactividad le hace ser cauto sobre sus objetivos en la ronda burgalesa. "Sólo estuve diez días parado, a partir de ahí he estado entrenando. Creo que voy a llegar bien, aunque seguro que no tan fuerte como el año anterior. En esta ocasión mi preparación ha sido más tranquila, porque el objetivo es llegar en el momento óptimo según empiece la Vuelta a España y también intentar alargar el momento de forma para el Mundial e incluso el Giro de Lombardía".

Con este planteamiento, la Vuelta a Burgos es una estación de paso, no una meta. "Sí, claramente mi objetivo en esta carrera es ponerme a punto para la Vuelta", confirma.

Propicio. Pero no le descarten. El recorrido de esta Vuelta a Burgos le va como anillo al dedo a Purito. Todas las etapas terminan en un puerto o, al menos, una rampa. Quim ya ganó el año pasado en el Alto del Castillo de Burgos y su compañero y amigo Dani Moreno, en la Ciudad Romana de Clunia, llegadas que se repiten este año, como la de las Lagunas de Neila. "No puedo negar que el recorrido me encanta, pero es cierto que no voy a ir tan fácil como el año anterior, ni yo, ni mi equipo. Puede que Dani esté mejor que yo. O incluso Kolobnev, que acabó cuarto en Polonia. El que mejor responda cogerá la responsabilidad de disputar la general. Y a mí no se me van a caer los anillos si tengo que ayudar a mis compañeros".

No piensen que la pelea va a estar tan sólo entre los chicos del Katusha, la carrera tiene un apreciable cartel, con ocho equipos World Tour de los 18 que conforman el pelotón. Y bastantes gallitos: Igor Antón y Mikel Landa (Euskaltel), Gesink y Mollema (Rabobank), Pardilla (Movistar), Di Luca (Acqua & Sappone), Urán (Sky), Pellizotti (Andrioni)... Todos se la jugarán en Neila.

Cinco metas muy atractivas

Las cinco etapas de esta Vuelta a Burgos terminan o en un puerto o en una rampa. La más floja es la tercera (600 m al 2%) y, evidentemente, las más dura es la de Lagunas de Neila (9,7 km al 7,2%). La primera y la segunda tienen un último kilómetro al 6%; y la cuarta, 2 km al 3%. Lo suficiente para que en todas haya batalla.