Lucho Herrera, el Jardinerito de Fusagasugá

El Tour nunca ha llegado a Annonay Davézieux, pero cerca, en Saint Etienne, recaló 24 veces. Allí, en 1985, entró con el rostro ensangrentado Lucho Herrera (4-5-1961, Fusagasugá, Colombia). Se había caído a 9 km de meta, pero eso no le impidió levantarse y ganar la etapa con 47 segundos sobre el resto de favoritos, tras un ataque de 37 km. Le tuvieron que dar cinco puntos de sutura en una ceja. "Merecieron la pena por el triunfo", dijo. Un año antes Lucho había dejado anonadado a todo el mundo del ciclismo cuando, siendo aún corredor amateur en el Varta, se impuso en la etapa de Alpe d'Huez dejando atrás a Hinault, Fignon, Delgado, Arroyo, Lemond y demás grandes figuras. Allí nació el mito del que fue uno de los mejores escaladores de siempre. De hecho, ha sido el único junto a Bahamontes capaz de ganar el Premio de la Montaña en el Tour (1985 y 87), en la Vuelta (1985 y 87) y en el Giro (1989); venció además en dos, tres y tres etapas respectivamente y en la general de la Vuelta de 1987.Nació en una familia de pocos recursos y tuvo que ponerse a trabajar muy pronto en un vivero. Por ello luego le llamarían El Jardinerito de Fusagasugá. Iba caminando todos los días y, viendo que terminaba rendido por el trabajo y la caminata, su madre le compraría una bicicleta, que sería la mejor inversión de la familia.Lucho, un héroe popular en Colombia, fue raptado por siete encapuchados el 4 de marzo de 2002. Pero se armó tal revuelo en el país que le soltaron 24 horas después. Eso sí, los bandidos le obligaron a que les contara sus hazañas en el Tour y la Vuelta.