El Sky frenó el ataque de Froome en Toussuire

Bradley Wiggins y Chris Froome protagonizaron una incómoda situación en la ascensión a La Toussuire. Después de que Froome quedara rezagado en dos ocasiones del grupo de favoritos y de que Wiggins tuviera que responder en persona al ataque de Nibali, el gregario demarró y dejó a su jefe momentáneamente descolgado. Porque enseguida ordenaron al keniano que se detuviera a través del pinganillo.

Así se explicó el líder del Tour en la rueda de prensa: "Estaba concentrado en mi esfuerzo y en la subida. Por la mañana, acordamos que íbamos a intentar conseguir el segundo puesto de la general para Froome si estábamos los dos juntos en el último puerto, pero hubo confusión y problemas con la radio, y no nos entendimos bien. No le llamé para que regresara, no podía hacerlo porque no llevaba puesta la pieza para comunicarnos. En ese momento, no deseaba que hubiera ninguna aceleración más, ya que yo venía de realizar un enorme esfuerzo para atrapar a Nibali". En directo, ese "yo" sonó bastante autoritario.

Desde el coche del Sky le dieron el alto, lo que aclara cristalinamente la jerarquía en el equipo británico. "Tengo pedigrí desde mi adolescencia, lo he ganado todo en la pista. Froome trabaja para mí", presume Wiggins, un ciclista con aires de estrella del pop, con esas patillas largas y su estilismo mod. Froome confirmó que le pararon: "Sean Yates, mi director, me transmitió que redujera el ritmo. Estoy aquí para cumplir las órdenes que me dictan en Sky, no me siento frustrado".

Wiggins resaltó el tremendo rendimiento de su compañero: "Chris demostró que tenía buenas piernas. Fue otro gran día para nuestra formación. Lo más importante es que pasan poco a poco las jornadas, hemos salvado la que considerábamos más complicada de la carrera, y seguimos en lo más alto. Tenemos que continuar así para llegar los dos al podio de París". Repetirían foto en el cajón, como en la Vuelta de 2011, pero con el capo esta vez por delante del currito.