"Nos escupieron antes de empezar este Tour"

No parece que la lesión de rodilla le haya lastrado para ganar.

No me inventé los dolores, hay quien cree que era algo de ciencia-ficción, pero no. La rodilla me obligó a permanecer parado durante 12 días, no pude coger la bici a menos de un mes para que comenzara este Tour. Después de haber sufrido tanto en la primera semana y de perder mis opciones para la general, a los 33 años, y tras diez participaciones en el Tour, se trata de un triunfo muy especial. Llegué con un dolor de piernas terrible, ni siquiera podía celebrar la victoria.

(Voeckler tuvo unos problemas en la rodilla derecha que le obligaron a retirarse del Dauphiné. En la ceremonia del podio, apenas podía doblarlas al bajar del cajón. No se sabe si fue teatro, ya que le encanta gesticular ante las cámaras. Hace unos pocos días declaró que daba pedales con una sola pierna).

Su equipo, el Europcar, se encuentra bajo sospecha por la investigación abierta sobre el Tour de 2011.

Estoy muy feliz, es un triunfo buscado y que nos vendrá fenomenal por todas las críticas que ha recibido mi formación. Tenemos la conciencia tranquila, no hemos hecho nada malo. Nos escupieron al empezar este Tour, pero la mejor respuesta está siempre en la carretera.

(Voeckler acabó cuarto el año pasado, tras defender el liderato diez días. Rolland superó en Alpe d'Huez a Samuel y Contador, y fue décimo y mejor joven).

También logró la recompensa del maillot de la Montaña.

Bueno, busqué los puntos en el Grand Colombier porque no sabía si estaba en condiciones de aspirar a la victoria, sufrí bastantes calambres en esa ascensión, ya que allí me tocó llevar el peso de la fuga. No pienso que pueda conservar el jersey con la cantidad de puntos que se van a repartir en los cuatro puertos de hoy, aunque, a falta del amarillo, me gustará portarlo.

¿Cómo fue el desenlace en los últimos kilómetros?

Cuando atacó Devenyns, parecía que ganaba él porque creí que el final era llano. Mi director, Andy Flickinger, me comentó que había un repecho bastante duro, y que tenía que probarlo sin miramientos. Así lo hice. Los demás se miraban demasiado, y aproveché para lanzarme. Sin querer ser pretencioso, me veía como el más fuerte de los cinco que nos jugamos el triunfo.