En 2004, Fabian Cancellara logró su primer triunfo en el Tour en el prólogo que se disputó en Lieja. Por entonces, era "un crío", con sólo 23 años: "Gané aquí hace ocho temporadas, y me hacía especial ilusión poder repetir victoria y maillot amarillo. Me he tomado la crono como si fuera una competición en un velódromo de 6,4 kilómetros. Para mí, es un éxito importante después de que esta primavera me fracturara la clavícula y se cortaran todas mis aspiraciones en las clásicas". Bradley Wiggins, segundo, se rindió ante él: "Le felicito porque es el mejor en su trabajo".
Se trata de la quinta victoria del suizo, cuatro veces campeón del mundo contrarreloj, en un prólogo de la Grande Boucle, la plusmarca en la ronda: "Es cierto que llevo ya cinco prólogos, el récord en el Tour, supone una enorme satisfacción, aunque tampoco me fijo mucho en eso. No sé si guardo todos los maillots que he logrado durante estos años, andarán por algún rincón de casa. Para ganar es para lo que me esfuerzo tanto y tan duro".
Cancellara reconoce que lo pasó mal después de su lesión, y también por la situación que atraviesa su equipo, el RadioShack, sin Andy Schleck y con tres denuncias por impagos: "Le dedico esta victoria a mi mujer, ya que han sido muchas horas parado en el apartamento en las que me ha aguantado y apoyado de forma incondicional. Junto a mis compañeros del RadioShack, espero mantener este jersey hasta que entramos en Francia. Las cosas no van bien en este momento, ojalá sirva para motivarnos y realizar una carrera brillante".
