En la Piazza del Duomo de Milán no se produjo "el milagro" que pedía Purito Rodríguez para conquistar el Giro de Italia. Aunque realizó una de las mejores cronos de su trayectoria, no resultó suficiente para retener la maglia rosa ante Ryder Hesjedal, el primer canadiense que vence en una gran vuelta. Defendía 31 segundos, y quedó relegado por tan sólo 16.
Hesjedal tomó la salida frente al Castillo Sforzesco enrabietado. "Parece que nadie quiere que gane el Giro", dijo en la previa. La jornada clave había amanecido con una decisión inesperada de la organización: acortar el trazado de la crono de 30 a 28,2 km. "Por problemas de viabilidad", rezaba el comunicado oficial. No deja de ser chocante que estos inconvenientes se produjeran la misma mañana en la que se cerraba la carrera. Para mayor sorpresa, en el Eco-Friendly Day, día en el que cualquier tipo de transporte estaba prohibido en el centro de Milán.
A Purito la mañana se le dio regular. Chocó en el reconocimiento del trazado con una valla metálica. Se golpeó la cadera, y se hizo un corte en el hombro. Katusha se apresuró a asegurar que no tendría problemas para defender su liderato. Pero al final se confirmaron sus peores temores: perdió la corsa en la última etapa.
Sin embargo, Purito completó un Giro espectacular. Se llevó dos triunfos parciales, en la cuesta de Asís y en Cortina d'Ampezzo, tras una terrible jornada de Dolomitas, y peleó por la general con garra e inteligencia. Como contraprestación a ceder la maglia rosa en Milán, se enfundó la rossa (roja) de puntos. No era consuelo, y pasó el mal trago arropado por su familia. Su problema en las pruebas de tres semanas radica en la lucha contra el reloj, que le penaliza de manera fatal.
Podio sin italianos.
Thomas de Gendt subió al tercer peldaño de un podio histórico. Aparte de no contar con ningún integrante italiano desde 1995 (Rominger-Berzin-Ugrumov), fue el primero en el que salió un maillot de Garmin, Katusha y Vacansoleil en la foto final de una grande. Purito ha sido tercero en la Vuelta de 2010, pero por descalificación de Mosquera. Mikel Nieve terminó décimo, como en sus tres participaciones anteriores en Giro 2011, y Vueltas de 2010 y 2011. Ion Izagirre le dio al Euskaltel su etapita, y el Movistar se anotó dos victorias con Ventoso y Amador. Sólo faltó la guinda de ver a Purito en lo más alto del cajón.
