GIRO | 17ª ETAPA
Exhibición de Purito: gana la etapa y refuerza el liderato
El catalán ha aguantado bien la primera gran etapa dolomítica y ha llegado a la línea de meta junto a Scarponi, Basso, Pozzovivo, Urán y Hesjedal, a los que ha batido en el 'sprint'.
El español Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha) está intratable en el Giro de Italia y volvió a demostrar que es el más fuerte con un ataque en la recta final que le llevó a la victoria en la decimoséptima etapa disputada entre Falzes y Cortina d'Ampezzo, de 186 kilómetros.
Los grandes, a excepción del checo Roman Kreuziger, que quedó descartado, se vieron las caras en el ascenso del Giau, último de los cuatro puertos de la jornada y hasta meta jugaron una partida de ajedrez, con marcajes y algunos ataques que tuvieron el desenlace en la recta de llegada.
Purito, que no arriesgó hasta la hora de la verdad, arrancó para contestar a la arrancada de Ivan Basso y volvió a lucirse con una segunda victoria en la que invirtió un tiempo de 5h.24.41, superando a Basso (Liquigas) y al canadiense Ryder Hesjedal (Garmin), que entraron en el grupo con el colombiano Rigoberto Urán (Sky) y el defensor del título, Michele Scarponi (Lampre).
Una victoria simbólica, pues se trataba de la número cien española en la historia del Giro, aunque sin premio en forma de tiempo porque en esta etapa no había bonificación en juego. No obstante, el ciclista catalán mostró el poder de la maglia rosa en espera de la etapa de transición del jueves y el "infierno" del fin de semana. El líder del Katusha mantuvo las distancias en la general. Hesjedal es segundo a medio minuto y Basso tercero a 1.22.
De esta manera la jornada dejó claro que los ocupantes provisionales del podio se van a jugar el Giro. Basso se mostró ambicioso, pero no tuvo remate, Hesjedal está aguantando más de lo previsto, y Scarponi, que fue haciendo la goma desde la cima del Giau, incluso con problemas musculares, no dio la sensación de poder, aunque al final logró enlazar con sus rivales en las calles de Cortina D'Ampezzo.
Por detrás del grupo principal entró otro en el que se encontraban los españoles Beñat Intxausti (Movistar), ahora sexto en la general, Dani Moreno (Katusha), decimotercero y Mikel Nieve (Euskaltel), a 1.22 de Purito.
Una vez anulada la fuga inicial a cargo de Serpa (Androni), Samoilau (Movistar Team), Montaguti (Ag2R), Rabottini (Farnese Vini) y Seeldrayers (Astana), la sucesión de puertos fue eliminando a los valientes. Lo intentó Seeldrayers hasta la subida a la Forcella Staulanza, y luego Mikel Nieve, pero el Liquigas se puso a trabajar mostrando las intenciones de controlar en el Giau para Basso, decidido a acercarse a Purito en la general.
La escuadra del doble vencedor del Giro quemó las naves en el ascenso definitivo, de 9,9 kilómetros al 9,3 por ciento sin apenas descanso y rampas duras del 14. Allí fue donde la carretera eligió a los más fuertes. Eliminado Kreuziger quedaron Purito, Basso, Scarponi, Hesjedal, Pozzovivo y Uran.
La subida final
Basso tiró de galones. Sus propios compañeros le pedían aflojar el ritmo, pero el varesino solo miraba al frente. En pleno ascenso se probó Hesjedal, pero no abrió un solo metro. Fue una subida a base de marcaje, miradas, control del contrario, de escuchar cómo respiraba cada uno. Purito siempre tranquilo, sin apenas pestañear. Por detrás trataban de enlazar Intxausti y Nieve, pero el horizonte no lo podían acercar todo lo deseable.
Por la cima cruzó delante Pozzovivo, invitado a la fiesta, seguido de Hesjedal y Basso. Scarponi se había quedado descolgado, con problemas, junto a Uran.
Quedaba el descenso de 18 kilómetros hasta meta. El mejor rodador, Hesjedal, se tiró al frente. Purito, de menos a más enlazó con el canadiense después de algunos kilómetros a unos cientos de metros. Al final se unieron los mismos que hicieron la subida, menos Scarponi, que se fusionó a última hora.
A 1,6 de meta saltó Basso, que quería inaugurar su casillero, pero no se largó del grupo. Ya en la recta, con la pancarta a tiro de piedra fue Purito quien asomó con la maglia rosa para dejar claro que su candidatura para el triunfo final va en serio. Pura potencia.
La decimoctava etapa será llana, entre San Vito de Cadore y Vadelago, de 149 kilómetros, el último respiro hasta Milán.