Faltan una cuesta, tres etapones y una crono

Al pelotón del Giro le resta por completar seis etapas, de las que cinco tendrán bastante chicha. Para empezar, la de mañana, en Falzes, con una cuesta de 2,3 km de longitud, con rampas del 13% de desnivel, y una pendiente media del 8,6%. La pega es que faltarán otros dos kilómetros, llanos, hasta la meta. Sin embargo, se trata de una ocasión estupenda para que Purito amplíe su ventaja en la general, ya que será, además, el último día con bonificaciones (20, 12 y 8) a las que podrán aspirar los favoritos.

En las tres jornadas de altísima montaña que quedan, no habrá segundos extra en juego. El hecho de que no se entregaran bonificaciones permitió que estos dos días de Alpes llegaran los hombres fugados (Amador y Rabottini). Un detalle que no debería reprimir las acciones de los aspirantes al triunfo en Milán. El miércoles se bajará a Cortina d'Ampezzo, previa ascensión a Valparola (2ª), Durán (1ª), Staulanza (2ª) y Giau (1ª). El viernes, meta en alto en Alpe di Pampeago (1ª), con cuatro puertos previos. Y el sábado, la etapa reina, con el monstruoso encadenado Mortirolo-Stelvio. Y por si todas estas subidas no fueran suficientes, la contrarreloj final, de 30,1 kilómetros, cerrará la carrera. Todavía queda mucho Giro.