NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Ciclismo | Giro de Italia

Purito es el jefe

Volvió a coger la maglia rosa y consolida sus aspiraciones al Giro

<b>AL ATAQUE. </b>Purito, en el momento en que lanzó su ataque en la subida final a Pian dei Resinelli. En los últimos metros, cazó a Rabottini, pero el italiano ganó la etapa.
reuters

Los 100 metros que le hizo Alberto Losada, su amigo y gregario en el Katusha, a 500 de meta, después de haber permanecido la mitad del día escapado (junto a Amador, Txurruka, Pirazzi y Cunego, que fue líder virtual), merecían que Purito Rodríguez hubiera culminado ese esfuerzo con la victoria de etapa. Por ese trabajo en equipo, y porque luchaba por arañar todos los segundos posibles para recuperar la maglia rosa, dio la sensación de que no regaló el triunfo a Matteo Rabottini. El italiano, que sumaba en sus piernas 151 kilómetros en fuga, se soldó a rueda cuando el catalán le alcanzó en la parte final de la ascensión a Pian dei Resinelli. Purito le apretó e intentó soltarle, pero Rabottini se le coló por dentro en la última curva y le pilló a contrapié. Eso, o Purito es un actorazo y su puesta en escena resultó magnífica.

Las declaraciones de ambos en rueda de prensa confirmaron que no hubo apaño. O siguieron con la interpretación de sus papeles. Así se explicó Rabottini: "Cuando Rodríguez me adelantó, pensé que había perdido. Luego me las arreglé para pasarle, y casi no podía creerlo. Para un italiano, no existe nada más bonito que inscribir su nombre en esta corsa". Y si le dejó ganar, tampoco le vendrán mal al líder unos cuantos amigos fosforitos del Farnese de cara a la decisiva última semana del Giro. Porque Purito, a seis etapas de que concluya la ronda, se presenta como el hombre a batir.

Ayer volvió a enfundarse la maglia gracias a un acelerón a 1,2 km de la llegada, cuando comprobó que Ryder Hesjedal, anterior portador de la prenda, flojeaba. En apenas ese kilómetro de subida, sacó 25 segundos a Scarponi y Basso; 29 a Kreuziger; 39 a Hesjedal; y 44 a Intxausti, que por primera vez en una jornada clave perdió contacto con los favoritos. Un jugoso botín que amplió de manera considerable la ventaja respecto a sus rivales.

La actual situación permite a Purito tener mucho más cerca la oportunidad de su vida: conquistar una grande. "A partir de ahora, nos encontraremos con una montaña que me va mejor que a mis adversarios", afirmó envalentonado. Si confiamos en sus palabras, sólo la crono de Milán oscurece el panorama. Aunque, en la previa de la contrarreloj, les tocará la etapa reina: Mortirolo y Stelvio. "Ahí se puede perder hasta el apellido". De momento, manda en la general, se le ve en forma y muy centrado. Él cree en sus posibilidades. Y él es el jefe.