Un final de etapa "explosivo, muy picante y típico de la Vuelta" han sido las palabras con las que el director de esta prueba, Javier Guillen, ha definido hoy el recorrido que acogerá Barcelona después de trece años sin hacerlo, una "pájara felizmente superada", según ha añadido el vicepresidente de la Diputación barcelonesa, Alberto Fernández Díaz.
Y es que fue en 1999 la última vez en que la Vuelta Ciclista a España pasó por la capital catalana, un alejamiento que el próximo 26 de agosto verá su fin con una novena etapa que se iniciará en Andorra y finalizará en el Estadio Olímpico Lluís Companys, situado en la mítica montaña de Montjuïc de Barcelona.
Serán 194 kilómetros de recorrido, que culminarán en el mismo escenario que lo hizo la etapa barcelonesa del Tour de Francia en 2009, entrando por Plaza España y acabando en Montjuïc, con un final "explosivo, muy picante, típico de la Vuelta", ha anunciado Guillen en un acto en la sede de la Diputación de Barcelona.
"Es de gran importancia volver a Cataluña. La Vuelta quiere crecer en calidad y en ese objetivo tenemos que asociarnos con las mejores ciudades del mundo. Es un auténtico privilegio", ha explicado Guillen.
Un entendimiento para que la prueba regrese a la ciudad olímpica que el director de la Vuelta ha agradecido a las instituciones políticas, como Ayuntamiento y Diputación. "Cada vez es más difícil sacar adelante los eventos y tienes que hacer muchos más esfuerzos, por lo que tengo que agradecer la inmediata receptividad", ha dicho.
En este sentido, ha detallado que el recorrido, que partirá de Andorra, pasará por Solsona, Cardona, Manresa, Sant Feliu de Llobregat y pondrá su punto final en Barcelona, donde sin embargo no habrá circuito en Montjuïc, según ha matizado.
Además, la fecha tampoco se ha dejado al azar. "Será el 26 de agosto, un domingo. No debía ser un día cualquiera, teníamos que venir un día potente", ha expresado Guillen.
Desde que lo hiciera por primera vez en 1935, ésta será la 54ª ocasión en que la ciudad reciba a la Vuelta, con trece años de vacío que suponen "una pájara felizmente superada", como ha dicho a Efe el vicepresidente primero de la Diputación de Barcelona, Alberto Fernández Díaz (PP), haciendo uso del argot ciclista.
"Se demuestra que, además de trabajar las cosas, juntos podemos hacerlas mejor que cuando las hacemos por separado", ha opinado Fernández Díaz, recordando la apuesta clara de Barcelona por el ciclismo, desde "el deporte de base a la alta competición".
"La Vuelta vuelve a Barcelona por Navidad, se ha convertido en un regalo envidiable para los amantes del ciclismo y era difícil entender que hace tres años el Tour volviera a Barcelona y en cambio la Vuelta no estuviera presente en la ciudad", ha señalado.
Así, Fernández Díaz ha resaltado que la inversión será de 110.000 euros compartidos entre Diputación y consistorio, un gasto que tiene un "valor de retorno implícito e inherente".
"Sólo el canon de los equipos, más el apoyo técnico de personas, organización y personas que visitarán Barcelona, nos generan ya unos ingresos añadidos en comercio, hoteles y restauración que confirman un valor de retorno muy importante propio de este acontecimiento", ha explicado, augurando una experiencia "segura y exitosa".
