¿En qué condiciones físicas y anímicas llega a este Mundial?

Muy buenas. Superé el resfriado que pillé en la Vuelta a España y creo que llego con el punto físico que deseaba. Y también estoy muy motivado. Pienso que tengo buenas opciones, si bien, estoy ente los favoritos, pero hay otros muchos.

¿El peor rival?

A mi modo de ver, Gilbert. Lleva un año increíble y le va muy bien la llegada. También serán peligrosos Hushovd y Sagan.

¿Mark Cavendish?

No le veo. Claro, que tampoco creía que pudiera ganar una Milán-San Remo. Pero me parece que la última recta no es muy buena para sus características.

A usted sí que le gusta ese repecho final.

A mí y a los que he citado. La complicación vendrá en el sprint final. Va a llegar un grupo muy numeroso, porque el circuito no presenta más dificultades que ese final. Por el kilometraje, muchos de ellos llegarán sin gas para disputar las medallas, pero va a ser muy complicado conseguir una buena colocación.

Para eso tiene a sus compañeros de selección que le apoyan sin condiciones.

La verdad es que tengo que agradecerles mucho su motivación. La diferencia con otros Mundiales es que en otros no era yo el único que parecía tener una baza clara. Pero nunca hay que descartar que las circunstancias de carrera propicien una oportunidad para otro compañero, como ocurrió en Canadá con Astarloa.

¿Renovará con Rabobank para el año que viene?

Lo tengo muy difícil. No se han portado muy bien conmigo este año. No me llevaron al Tour y, tras caer enfermo en la Vuelta, me hicieron una oferta a la baja que no puedo aceptar. Este año hubo varios equipos que se interesaron por ficharme y les dije a todos que pensaba renovar con Rabobank.

Pero sigue teniendo ofertas.

Sí, no voy a tener problemas para continuar.

¿Se irá al Geox?

La verdad es que eso ahora mismo no me preocupa. No me angustié el primer año que gané el Mundial y no tenía equipo. No me voy a inquietar ahora.