Ciclismo | Vuelta a España. 12ª etapa
La era de Peter Sagan
El genio de 21 años consiguió su segunda etapa en Pontevedra
Ya toca. Peter Sagan obliga a tirar de hemeroteca. El ciclista más joven de la Vuelta (21 años) ganó ayer su segunda etapa y se impone la comparación con otros campeones a su edad. Por curiosidad. Hinault y Fignon, puestos a citar a genios precoces, todavía estaban cuajándose en esa época, uno como neoprofesional y el otro como amateur. Hay que acudir, por tanto, a una estantería superior. A los 21 años (en 1966), Eddy Merckx acumuló 20 victorias, incluida la Milán-San Remo. Sagan sumó ayer 21 triunfos, excluida, eso sí, la Milán-San Remo, su gran objetivo, donde sólo pudo ser 17º.
Habrá quien me crea un hereje y no vea en Sagan más que un proyecto de Jalabert, lo que ya sería un magnífico proyecto (por cierto, Jaja no empezó a ganar hasta los 24 años). No obstante, conviene estar preparados, porque Sagan se anuncia con tambores y trompetas (cuánto se habrá arrepentido el Quick Step de haberlo rechazado). La impresión es que en su breve biografía ya se detectan las ocurrencias de los genios: que si corría con zapatillas de tenis y camiseta, que si venció una vez con la bicicleta de paseo de su hermana, que si aquella París-Niza, que si esta Vuelta a España.
A diferencia de lo que sucedió en Córdoba (cuatro Liquigas contra Lastras), Sagan venció esta vez en un sprint abierto, aunque famélico, también habrá que apuntarlo, contadas las ausencias de Cavendish y Farrar. Pero también es un mérito resistir y una habilidad no caerse. Kittel, ganador en Talavera, ni siquiera se metió en la pelea (81º) y se anuncia su retirada inminente. De modo que no descartemos otras victorias de Sagan y nuevas incursiones en la hemeroteca.
Arañando.
Mozart al margen, la llegada en Pontevedra nos dejó sorpresas. El joven Mollema (líder en La Covatilla) se adjudicó seis segundos de bonificación en un sprint intermedio y luego, en meta, arañó otros cinco. En estos momentos, y con las montañas en el horizonte, se encuentra a sólo 36 segundos del liderato. Quien desee ganar mucho dinero y perder poco, debería apostar por él. El sueco Kessiakoff fue el otro de los aspirantes que se metió en el corte bueno. Tampoco le perdamos de vista.
Y no caigamos en la tentación de afligirnos por esta invasión de extranjeros sin currículo. Aquí, en la Vuelta, se han presentado al mundo ciclistas como Hinault (ganó en 1978, meses antes de conquistar su primer Tour), Fignon (lució en la Vuelta del 83 y luego se llevó el Tour) o el Armstrong post-cáncer, cuarto en la Vuelta del 98, antes de encadenar siete Tour consecutivos. Si alguien los ninguneó entonces se pasó una década ruborizado. No quieran vivir con los mofletes rojos.
La carrera pinta peor para Menchov, Scarponi y Sastre, que ayer se volvieron a dejar tiempo. Mala señal en vísperas de las etapas que vienen. Hoy mismo, camino de Ponferrada, los ciclistas subirán tres puertos de Tercera y dos puertos de Primera, con el selectivo Ancares, a 60 kilómetros de la meta. Demasiado lejos para atacar, según aconseja la prudencia, pero los ciclistas españoles no están en condiciones de ser muy cautelosos.