Otra vuelta de tuerca

A quien todavía piense que la Vuelta es una riña entre españoles habrá que mostrarle la clasificación general en el meridiano de la carrera: siete extranjeros (de seis países diferentes) en las siete primeras posiciones. De Kenia a los Países Bajos. Hay que desplazar el dedo hasta la octava línea para encontrar a Juanjo Cobo, natural de Torrelavega. Visto desde otra perspectiva: cuatro españoles entre los quince primeros. O dicho de otro modo: a quien quería un desafío se le ofrecen siete. Ya no buscamos campeón, se precisa héroe.

Tal y como se esperaba, la contrarreloj nos presentó un nuevo panorama. Lo que nadie podía suponer es que el protagonista sería el gregario de Wiggins y no el propio Wiggins. El intercambio de papeles nos sitúa a Sancho Panza rondando a Dulcinea. A Robin salvando Gotham y al doctor Watson resolviendo el misterio. Desconcertante, cuando menos.

Ya se nos hacía raro que Christopher Froome ejerciera de escudero sin perder tiempo en relación a su jefe. Resultaba extraño que le lanzara en los puertos y cruzara la meta a su rueda, que igualara sus tiempos en la general. Aplicado guardaespaldas, pensamos. Pues no: es talento.

Froome es el nuevo líder de la Vuelta, el séptimo en diez etapas. Su mejor crono, hasta ayer, había sido un segundo puesto en el campeonato británico de 2010; tras Wiggins, naturalmente. Ayer se descorchó. Cedió sólo 59 segundos en relación a Tony Martin, ganador de la etapa, y superó en 23 a Wiggins y en 28 a Cancellara. La sombra de los gregarios rebeldes (hasta Coppi lo fue) sobrevuela nuestra fantasiosa cabeza. Viva la revolución.

El balance de la contrarreloj descubre otros ganadores, además de Martin y Froome. Fugslang, al que en Benidorm tomamos por un líder anecdótico, voló en Salamanca. Desde el segundo puesto se apunta en la nutrida lista de tapados, junto a Kessiakoff y Monfort. Nibali perdió 1:02 con Wiggins y se coloca cuarto, a 31 leves segundos. Mollema, que dobló a Purito, también resiste.

Si los extranjeros se repartieron los mejores registros, para los españoles se reserva la esperanza. Perdieron mucho, pero queda más. Purito afrontará la segunda parte de la Vuelta a tres minutos de Wiggins, mientras Cobo y Zubeldia lo harán con menos de dos minutos perdidos. Sastre, a 6:48 en la general, necesitará un prodigio; Igor Antón, a 8:47, un milagro.

Abanico.

Citamos a Wiggins como referencia, pero habrá que ver cómo gestiona Sky la abundancia de candidatos cosmopolitas (Wiggins es un inglés de Gante y Froome un británico de Nairobi). También habrá que seguir de cerca la resurrección de Menchov y el renovado aleteo de Brajkovic. Hasta 14 ciclistas, del líder a Purito, están en condiciones de ganar la carrera sin romper la banca.

La última reflexión me la apunta Chema Bermejo. Si será singular esta Vuelta que ya han ganado dos Martin extranjeros y ningún Martín español, ni siquiera un Martínez. Es el signo de los tiempos. Queríamos extranjeros y nos rodean. Queríamos emoción y nos rebosa. Hasta verdes paisajes tendremos a partir de mañana. Llega el norte, que pasen los chicarrones.