Ciclismo | Vuelta a España 5ª etapa
Purito se sube al muro
El líder de Katusha fue el más fuerte en Valdepeñas de Jaén
Es lógico, si lo piensan: Purito, un gran ciclista concentrado en 55 kilos, ganó en Valdepeñas de Jaén, un enorme puerto concentrado en 200 metros. El desenlace fue tan intenso como un sprint masivo o, para ser más exactos, como la repetición de uno, cuando la cámara lenta nos descubre los detalles de la llegada, colocación y pestañeos. En este caso, Dani Moreno, otro peso pluma, ejerció de lanzador; de mini-treno, diríamos. Y acto seguido, retirado el fiel compañero, surgió Purito, Purazo, Cohiba. Pequeño gran hombre.
Maltrecho Igor Antón (esta vez se dejó 57 segundos), sólo podía ganar una fisonomía tan liviana como la de Purito Rodríguez. Lo asombroso fue comprobar que en el muro de Valdepeñas se abrieron más diferencias que en los 23 kilómetros de Sierra Nevada. Nibali, por ejemplo, se quemó al intentar seguir a Purito y cedió 11 segundos, como Nieve y Menchov. Wiggins y Brajkovic entregaron 20 segundos; Sastre perdió 31.
Advertido que el final era para escaladores de arrebato, conviene destacar el rendimiento de varios ciclistas. El primero, Wouter Poels, segundo en la meta. Se trata de un espigado holandés de 23 años que promete muchísimo. Prepárense, porque su irrupción nos hace pensar que las montañas del futuro estarán plagadas de holandeses espigados: Gesink (25), Kruijswijk (24), Mollema (24)... Este último, ojo con él, volvió a terminar la etapa entre los mejores.
Scarponi, Zubeldia, Fuglsang (el primer maillot rojo) y Van den Broeck fueron los otros protagonistas silenciosos. A tenor de lo visto ayer, están un punto por encima de sus rivales. Y en esta carrera cuentan más las piernas que los antecedentes.
Moncoutié podría hablarnos del asunto con conocimiento de causa. Ha ganado tres etapas de la Vuelta en tres ediciones consecutivas y ayer estuvo muy cerca de conseguir la cuarta. Le sobró el último muro, lo que equivale a decir que le sobraron diez años (tiene 36). No obstante, apuesten a que volverá a intentarlo. Le gusta España.
La jornada volvió a ser tan calurosa como las anteriores e igual de áspera. La novedad es que además de piernas rotas se registraron huesos partidos. El incombustible Chente (39 años) se cayó en el kilómetro 78, se fracturó un brazo y una vértebra y se vio obligado a abandonar. El Movistar sigue necesitando un exorcismo o un chapuzón en agua bendita.
Curiosidades. En el capítulo de las anécdotas intrascendentes, y para desengrasar, señalaremos que Malacarne (al que algún malvado apodará "Filete de Irún") fue cabeza de carrera en el primer paso por Valdepeñas; Albasini, por su parte, puntuó el primero en Venta de Pantalones, pueblo de Jaén que bien podría localizarse en la provincia de Jeans. Y disculpen el ataque de humorismo. Es el calor.
En el balance fi nal, Chavanel salvó el liderato, con nueve segundos de ventaja sobre Dani Moreno, ganador en Sierra Nevada y asistente ayer. Lo más probable es que conserve el rojo hasta el sábado, en El Escorial, donde nos espera otro muro. Hoy y mañana se debería llegar al sprint. Y les confesaré algo: apetece.