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Ciclismo | Vuelta a España

Un danés en Benidorm

Jakob Fuglsang es el primer líder tras la victoria del Leopard

<b>LEOPARDOS EN LA PLAYA. </b>El Leopard de los Schleck, pero sin los Schleck y con Cancellara, ganó la crono de Benidorm. El danés Jakob Fuglsang es el primer líder.
dani sánchez

La Vuelta se metió tan dentro de Benidorm que sólo hubiera faltado que los ciclistas corrieran entre las sombrillas y los castillos de arena. La primera etapa salió de la misma playa y circuló por el paseo marítimo, callejeando un rato y visitando de camino las hermosas rotondas benidormenses (que así se llaman los lugareños, no guiris). El resultado, a falta del prólogo submarino (Guillén estudia el proyecto: ciclistas con snorkle), resultó lucido. Sol, palmeras, veraneantes sin camiseta y un primer líder danés, Jakob Fuglsang, que, para cerrar el círculo simpático (nórdicos, turismo, Benidorm), convalida por sueco (vikingos todos). La Vuelta cuida los mínimos detalles.

Fuglsang, no obstante, le debe una ronda a su compañero Fabian Cancellara. El suizo volvió a ejercer de locomotora (ya saben que su bicicleta esconde un motor y sus piernas otro) y favoreció el triunfo del Leopard, el equipo de los Schleck, pero sin los Schleck (eso pierden este año las discotecas playeras).

Por detrás del leopardo Cancellara llegó, a cuatro segundos, el Liquigas del tiburón Nibali. La aplicación del equipo italiano demuestra, por si había dudas, que su jefe ha venido a ganar. Y lo que es más terrible: en esta ocasión ha ojeado el libro de ruta.

Nibali, vestido de rojo ágata, se entregó en generosos relevos y partirá con ventaja sobre Igor Antón, cuyo equipo, el Euskaltel, se dejó 24 segundos en relación a su gran rival. No es mucho, a tenor de lo que espera, pero es un primer dato.

El Katusha de Purito se movió casi en los mismos tiempos que los euskalteles, lo que no es tan malo si tenemos en cuenta el rendimiento de algunos rivales. El Sky, uno de los favoritos al triunfo en la etapa (al final cedió 38 segundos), se encontró con sólo cuatro ciclistas en el último tramo (el quinto marcaba el tiempo) y se vio obligado a esperar al fiel Zandio. Si la falta de coordinación del equipo fue el borrón, la noticia positiva es el buen estado de forma de Wiggins, que ha empezado por extenuar a sus propios compañeros. Queda por ver si el inglés tiene en la cabeza más cosas que el próximo campeonato del mundo.

Lo de Geox fue todavía peor. Sin grandes percances (David Blanco se cayó en una curva, nada grave), el equipo de Sastre y Menchov terminó en la penúltima posición (a 39 segundos), sólo mejor que el Andalucía (a 1: 03). No es buen síntoma, pero podría actuar como un estímulo para una formación donde no escasea el talento (tampoco los años).

Infortunio.

En el capítulo de las decepciones también hay lugar para el Radio Shack (a 29s). En este caso la desgracia fue una avería de Brajkovic nada más salir (se le saltó la cadena). El chico, magullado en el Tour, parece perseguido por el mal fario y convendrá no perderle de vista, porque, de sobrevivir, se le podría aparecer toda la suerte de golpe.

HTC estuvo por debajo de lo esperado y el alemán Tony Martin, descolgado muy pronto, se destapó como el primer ilustre que ha venido de paseo. No se extrañen si abandonan más en las próximas playas.

Hoy, en viaje hacia Orihuela, los velocistas librarán su primera batalla. Freire, por si no le encuentran en el tumulto, es el que disimula.