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Ciclismo | La ruta del Tour

Jean Robic: pequeño, indomable y bravucón

El Tour siempre acabó en París, pero no siempre fue una etapa de trámite, aunque sólo tres veces cambió el signo de la carrera. En dos cronos finales el holandés Janssen le quitó el triunfo al belga Van Springel por 38 segundos (1968) y el estadounidense Lemond se lo levantó a Fignon por ocho (1989). La primera fue una etapa en línea, en 1947, en la que el francés Jean Robic desbancó al italiano Brambilla. Robic se casó dos días antes de empezar el Tour y al marcharse le dijo a su esposa: "Ahora no tengo mucho que ofrecerte, pero dentro de tres semanas seré el ganador del Tour".

Pequeño (1,61 m) y feo, Robic se ganó a la afición francesa por su carácter indomable. No se rendía ante Coppi, Bartali o Bobet, ante nadie. Y también por sus bravatas. Por ejemplo: "Si engancho un remolque a mi bicicleta y pongo en él a mi suegra, seguro que llego primero a la cumbre".

Su arrojo le provocó muchas caídas. En una París-Roubaix se fracturó el cráneo y a partir de ahí corría con un casco de tiras de cuero. Era el único que competía con casco y los demás le hacían bromas a Cabeza de Cuero. En una carrera, Robic cogió un martillo y se golpeó la cabeza. "Lo veis. No se rompe". Inmediatamente empezó a correr un chorro de sangre y Robic cayó desplomado.

En 1980, tras una cena con exciclistas en la que bebió excesivamente, falleció al chocar contra un camión aparcado.