El turno de Contador

El primer día de descanso del Tour transcurrió entre masajes, cataplasmas y disimulos. Fue una jornada dedicada al apuntalamiento y al descanso activo. Los ciclistas se levantaron más tarde, dieron pedales durante apenas dos horas y disfrutaron de la maravillosa sensación de no caerse. Los favoritos organizaron conferencias de prensa y, junto a los directores, hicieron vaticinios más estratégicos que sinceros. El juego es viejo y consiste en trasladar la responsabilidad al adversario. Funciona así: los Schleck dicen esperar el ataque de Contador (1:30 por detrás de Andy) y Alberto sugiere que son ellos los que tendrán que moverse si no quieren que Evans se los coma en la contrarreloj.

Los mensajes no se lanzan, se dejan caer. Si alguien elogia a alguien lo más recomendable es desconfiar ("Contador va cada día mejor", desliza el pequeño Schleck). Si el campeón muestra la rodilla en Twitter es porque la rodilla está bien. Nadie da una puntada sin hilo; ya habrá tiempo de poner las cartas boca arriba.

Vistas las consecuencias de la primera semana, el primer triunfo es seguir en carrera. Desde esa perspectiva, los Schleck, intactos, toman ventaja. Evans y Basso también parecen enteros. Y ojo con Peter Velits, tercero en la Vuelta. A Klöden le duele la espalda y a Gesink casi todo. Con ese panorama, Contador debería celebrar la supervivencia propia: empezó la carrera entre abucheos y se ha pasado las primeras etapas en un rodeo, cabalgando y descabalgando. Se acabó: desde hoy y hasta París aguardan siete etapas de montaña, tres llanas o semillanas, una mixta (hoy) y la crono de Grenoble.

En principio, el Europcar de Voeckler (2:26 sobre Evans) controlará la carrera hasta los Pirineos para conservar el amarillo. Allí será otra cosa. El jueves, camino de Luz Ardiden, debería haber cambio de líder (¿quizá Luis León?). Entre ese día y el sábado (Plateau de Beille) sabremos muchas cosa que ahora ignoramos.

Escapadas.

La lucha promete porque Contador está obligado remontar. Y diría que debe hacerlo cuanto antes porque Andy se descubrió más entero en las últimas jornadas del pasado Tour. Tampoco descartemos una escapada bidón (una pereirada) que incluyera entre los favoritos a corredores con tiempo perdido. No faltan candidatos: Samuel, Vande Velde, Urán, Leipheimer...

Bruyneel no ve fino a Andy Schleck. González de Galdeano destaca su estado de forma. Gallopin apuesta por Frank y pocos dudan de Alberto. En definitiva: un día de descanso en el que, como siempre, no descansó casi nadie.