Ciclismo | Tour de Francia
Dos atropellados y siete abandonos en la etapa
Flecha y Hoogeland fueron arrollados por un coche de TV.
Para situarnos: a 37 km de la llegada, un coche de France Television embiste a Flecha. Como consecuencia del golpe, el catalán se lleva por delante a Hoogerland, que sale despedido contra una valla de espino. Los dos acaban la etapa, pese a sus lesiones. Los dos comparten el Premio de la Combatividad, que les otorga la organización para intentar compensar el estropicio.
Sólo lo recoge Hoogerland, también el nuevo maillot de la Montaña, que llora en el podio. Flecha declinó acudir a la ceremonia. Tampoco habló al cruzar la meta. Por su parte, el holandés afirmó que se trataba de uno de los "peores momentos" de su carrera: "No quería creérmelo. No obstante, no puedo estar enfadado, no lo han hecho a propósito. El problema es que he sufrido cortes profundos en las piernas, quizá no lo haya pasado tan mal nunca, pero me alegro de seguir vivo".
Flecha terminó con erosiones, y el codo y la espalda muy doloridos. Ambos fueron trasladados al hospital de Saint Flour.
El vehículo, el número 800 del Tour, desobedeció la orden que le transmitían por radio de no adelantar en ese instante. Christian Prudhomme confirmó su expulsión inmediata (como ocurrió con la moto de Getty que tiró a Sorensen) y pidió disculpas por el desagradable suceso: "Presentamos nuestras excusas a los corredores y a los equipos implicados. Dos percances ligados a los medios de comunicación en pocos días es un escándalo".
Sky y Vacansoleil solicitaron una reunión hoy con Prudhomme para exigir explicaciones y medidas. ASO emitió una nota oficial para recordar que las normas están para que se respeten.
Sin embargo, ahí no acabaron las desgracias. A 98 km, Vinokourov, Van den Broeck, Zabriskie y Willems, junto a Klöden y Millar, se cayeron en un curva pronunciada. "Debieron haberla señalizado", aseguró Contador.
Fracturas.
El balance fue desolador: a Vinokourov le intervinieron anoche en París de una fractura de fémur; Van den Broeck se rompió el omoplato y varias costillas; Zabriskie, la muñeca; y Willems, la clavícula, además de un traumatismo craneal con pequeña amnesia. En el kilómetro 40, Amets Txurruka se partió la clavícula izquierda. También abandonaron Brutt y Poels, y Rojas sufrió un virus que le impedía comer.
El balance lo extrae Samuel: "Estas cosas ocurren, pero también nos hacen pensar en nuestra seguridad".