"Me van los Alpes, pero en Pirineos está mi público"

¿Cuál ha sido el planteamiento de la temporada?

He hecho la preparación que he querido y creo que he cumplido. Estoy bien. En una forma parecida al pasado año. Si me guío de cómo he andado en el Dauphiné, aunque estoy bien de forma, me resultó imposible estar más arriba.

Ha competido 31 días.

Sí, comencé con triunfos en Estella y País Vasco hasta la Lieja-Bastoña-Lieja. De ahí hasta el Dauphiné no competí. Estuve concentrado en Sierra Nevada durante la última semana del Giro y recibí el terrible mazazo de la muerte de Xavi Tondo. Es imposible que no te venga a la cabeza la terrible imagen.

¿Alpes o Pirineos?

Me quedo con los Alpes, que son menos explosivos. Lo que pasa es que en Pirineos el apoyo de la afición se nota mucho. El año pasado la etapa que terminó en el Tourmalet resultó espectacular, se establecieron las diferencias que este año se pueden dar en Luz Ardiden. El pasado año me caí pero los ánimos de la gente fueron terapéuticos.

¿Cómo ve a sus rivales?

Hay corredores que han cambiado su calendario para estar en mejores condiciones cara al Tour. Evans, Vinokourov, Basso o Wiggins se han centrado sólo en el Tour y se va a notar. Luego está el bloque del RadioShack, con Horner, Leipheimer, Kloden y Brajkovic.

Hábleme de favoritos.

Contador. Ha ganado seis grandes vueltas y eso lo dice todo. A Andy Schleck le vi bien en Suiza, mejor de lo que refleja la general. Hay otros, como Gesink y Van den Broeck.

¿Dónde se decidirá el Tour?

En una carrera de tres semanas todo hay que medirlo al detalle. Cualquier nimiedad puede marcar la diferencia. La crono por equipos será especial. No somos especialistas en ello. Menos mal que es corta.