Ciclismo | Tour de Francia
Todos contra Contador
Hoy empieza el Tour con el tricampeón como máximo favorito.
Presentar el Tour como una guerra del mundo contra Contador es una exageración que, a mi juicio, sólo admite una interpretación deportiva. Todos le quieren vencer porque es el mejor. Tan fácil. El error es añadir cuestiones personales. No las hay. Si se pitó a Contador en la presentación no fue ni por altivo ni por español; fue por culpa de ese solomillo que tantas cosas puso en duda, entre otras, la calidad del filete francés. Que exista una sospecha y se manifieste con silbidos es tan razonable como defender lo contrario. Y con ello hay que convivir. El no nos quieren es muy socorrido como elemento motivacional, pero tiene poca base científica: aplauden más de los que silban.
Dicho lo cual, y a la espera de que el TAS dictamine en agosto, nos centraremos en la aventura. Doscientos hombres vestidos de lycra desafían a la orografía de Francia, al verano y a la suerte. De todos ellos, Contador (28 años) es el único que ha ganado la carrera, y por tres veces. Unánime favorito, pues. Sobre el papel, sólo Andy Schleck (26) le puede tutear: ha sido segundo en las dos últimas ediciones y en la pasada sólo perdió por 39 segundos, quizá el tiempo que le ganó Contador cuando se le salió la cadena; también eso se silba.
Aunque se ha pasado la temporada disimulando, Schleck ha ganado confianza y músculo (kilo y medio, calcula). Por cierto, Andy es luxemburgués (territorio conquistado por Napoleón); también eso se aplaude.
Tras la pareja aparecen dos grupos de favoritos al podio divididos por la frontera de los 30 años. Por debajo, Brajkovic, Gesink, Van den Broeck; por encima Wiggins, Evans, Basso, Leipheimer, Samuel. Para muchos de ellos, el último tango.
Habrá doble ración de montaña (y Galibier) para celebrar el centenario del paso por los Alpes. Habrá un recorrido más atractivo que hoy arranca con una etapa que parte del Paso de Gois (dos mareas lo inundan cada día) con repecho final en el Monte de las Alondras. Les diría que no falta nada si no fuera porque falta Xavi Tondo.