Ciclismo | Tour de Francia
Contador inspecciona las jornadas alpinas
Verá también la crono de 42 km
Alberto Contador volvió ayer a Sestriere, en Italia, pero no para recordar la 20ª etapa del reciente Giro que vivió vestido de rosa, sino para tomar la medida a lo que se encontrará en el Tour de Francia desde el 2 de julio.
El madrileño anunció el sábado que correría la ronda gala (su vista en el TAS por el positivo con clembuterol en el Tour 2010 comenzará el 3 de agosto) y ayer se plantó en los Alpes. Por ahí transcurrirán tres jornadas decisivas. La primera en reconocer fue la que comienza en Gap y finaliza en Pinerolo, con paso previo por Montgenevre (2ª) y Sestriere (1ª) y que abrirá el tríptico alpino el miércoles 20 de julio. Le seguirá la etapa que finalizará en el Galibier-Serre Chevalier, a 2.645 metros, tras la ascensión del Col Agnel y Col d'Izoard, ambos de categoría especial. La tortura, y la revisión de la montaña, acabará con una nueva subida al Galibier y traca final en Alpe d'Huez el 23 de julio.
Antes de abandonar Francia, donde el ciclista de Pinto está acompañado por varios compañeros del Saxo Bank, Contador se acercará hasta Grenoble, donde el penúltimo día de carrera tendrá lugar la única crono individual del Tour, sobre 42,5 km.