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Recital del caníbal Contador y victoria de Paolo Tiralongo
Nadie pudo seguir el ataque del español en los dos últimos kilómetros, aunque acabase dejando ganar al italiano.
El italiano Paolo Tiralono, del Astana, ha sido el vencedor de la decimoctava etapa del Giro de Italia, disputada entre Bergamo y Macugnaga, de 209 kilómetros, por delante de Alberto Contador, quien reforzó la maglia rosa con un ataque final en el que sumó 12 segundos de bonificación.
"Contador es una fuera de serie y una persona excepcional". Fue lo primero que dijo en meta Tiralongo, compañero de Contador en el Astana en 2010. Acababa de recibir del líder un regalo excepcional. Nada menos que una victoria en el Giro que le sirve al veterano corredor italiano estrenar su palmarés a los 33 años.
Y es que Contador saltó del grupo de favoritos con uno de sus incontestables cambios de ritmo a falta de 1,5 kilómetros de meta, alcanzó a "Purito" Rodríguez, cuyo equipo buscó la etapa todo el día con enorme sacrificio, y rebasó a Tiralongo, que marchaba solo desde 6 kilómetros atrás.
A la altura de su viejo amigo en las filas del Astana, no le dejó clavado. El madrileño le invitó a seguir su rueda y cuando estaba la pancarta de llegada a tiro de piedra le cedió el paso. "Contador y yo somos muy amigos", insistía" Tiralongo. Sin duda fue un acto generoso, aunque el punto de vistas de "Purito" Rodríguez distaba mucho del concepto de amistad. El catalán prefirió no comentar nada por el favor del líder al ganador transalpino. Y así lo dijo todo.
Una nueva y breve demostración de Contador, que aventajó en meta en 3 segundos a Nibali y Gadret, en 6 a "Purito" y en 8 a Scarponi, por lo que amplió en un puñado de segundos su ventaja en la general. Scarponi (Lampre) le sigue a 5.18 minutos y Vincenzo Nibali (Liquigas) a 5.52. Diferencias cómodas para afrontar la última etapa de montaña con el Colle delle Finestre y final en Sestriere y la cronometrada del domingo en Milán.
Una etapa larga, con salida rápida y control del pelotón, que no quiso permitir aventuras definitivas para discutir el triunfo en el ascenso final de Macugnaga, al pie del Monte Rosa, cuya pared este es la más alta de los Alpes.
En el kilómetro 50 se formó la escapada del día con Rabottini (Farnese), Bak (HTC) y Pineau (Quick Step). Nadie se movió en el grupo y el retraso llegó a 12 minutos. Entonces el Acqua e Sapone de Garzelli se encargó de reducir diferencias. En la cima del Mottarone (1a, km 135) la avanzadilla pasó con 1.30 minutos sobre Garzelli, quien se une en el descenso en la escapada junto a Cherel y Tschop
Escapada sentenciada. La diferencia iba cayendo a medida que se acercaba el puerto de Macugnaga, una subida larga, irregular, con zonas de bajada y de llano, pero muy larga, 28 kilómetros.
Un equipo estaba especialmente interesado en echar abajo la fuga, el Katusha de "Purito" Rodríguez. Los componentes de la escuadra rusa hicieron toda la subida con Danilo Di Luca, infatigable, desbrozando el camino. El ciclista catalán, número uno de la lista UCI, tenía un final adecuado a sus condiciones, por lo que buscaba un triunfo que hasta el momento no ha encontrado y que salvaría el Giro a su equipo.
Paolo Tiralongo se rebeló ante el Katusha y salió disparado a 6,7 kilómetros de meta. El corredor de Avola abrió una pequeña diferencia, sin reacción inmediata en el grupo de la maglia rosa. Saltó más tarde el francés Gadret y a continuación "Purito", a 2,2 de la cima. Tal vez demasiado tarde.
Peligro para el italiano en fuga. De repente, a poco más de 1.500 metros de la llegada, emergió Contador y se marchó sin respuesta de sus rivales. Pasó a Gadret, plantó a "Purito" y alcanzó a "un gran amigo que iba delante", y cuya victoria le produjo la misma alegría que le hubiese producido al propio líder. "Tiralongo hizo un gran trabajo para que yo ganara el Tour del año pasado". Favores pagados. Y "Purito", quemado.
Mañana se disputa la vigésima etapa entre Verbania y Sestriere, de 242 kilómetros, la última cita con la alta montaña y séptimo final en alto. Dos puertos al final, el Colle de le Finestre, un coloso que incluye 9 kilómetros de carretera de tierra (sterrato) y Sestriere, donde estará instalada la meta.