"Espero que a Riccó lo descalifiquen de por vida"

Catorce temporadas ya.

El primer día de Mallorca, entre la gente nueva y los cambios de maillots, creía que no conocía a nadie. De los que empezaron conmigo ya quedan pocos. Pero no me siento viejo. Sigo con ganas y el año pasado hice una buena temporada. No pude ganar una etapa en el Tour, pero conseguí dos grandes clásicas (Milán-San Remo y París-Tours). Este año no tengo que correr el Tour, podré seleccionar los objetivos y creo que rendiré bien.

¿Ha marcado ya la fecha de despedida?

Supongo que me queda este año y, como mucho, el siguiente. Si te sientes bien físicamente no lo puedes desaprovechar.

En 2009 dijo que el siguiente era su último año. ¿Se precipitó al decirlo?

Estaba pasando un mal momento. Pero el último año me fue bien y he decidido seguir.

¿Qué le parece la situación que atraviesa el ciclismo?

Yo he vivido una época en la que todos éramos campeones; ahora es lo contrario. Cada día hay más locos en este deporte. Espero que a Riccó lo descalifiquen de por vida. No sé si es que no entienden cuáles son las reglas o que les da igual el riesgo. Te desanima mucho, porque la gente piensa que todos somos iguales. Y aunque digas que no es así, nadie te cree.

¿Algún mensaje optimista?

Me encantaría. Pero voy de sorpresa en sorpresa. Cada día pasa algo nuevo. Y eso que cada vez hay más medios para hacer respetar las reglas. Pero siempre hay gente que va de lista o que se arriesga.

¿Qué opinión tiene del caso Contador?

No sé. No pinta nada bien.

¿Cree que pudo ser una contaminación alimenticia?

Según él, sí; según la gente, no. Y visto lo que está pasando en el ciclismo, yo ya no puedo creer a nadie. Los mismos periodistas se lanzan a escribir cosas sin contrastar nada. Todo está muy confuso. No pinta nada bien. Me hubiera gustado que no hubiera ocurrido nada. Pero el daño ya está hecho.

Sin Valverde y quizás sin Contador, ¿cómo ve al ciclismo español esta temporada?

Se notará mucho en el Tour. Sin Contador, no veo un relevo que pueda ilusionar a la afición, que además está acostumbrada a los éxitos. Los españoles han ganado los últimos cinco Tour. Parece fácil, pero para nada.

Usted se mostró muy activo contra las normas que afectaban a la privacidad del ciclista, pero ya no se le oye.

¿Para qué? Me he dado cuenta de que para el ciclista la regla es 'sálvese quien pueda'. Siempre ha sido así. Si ahora se han unido contra la prohibición del pinganillo es porque les interesa a los directores. El ciclista no se mueve por sí mismo.

¿Ese conformismo también se refleja en la carretera? Le tildan de falta de ambición.

No, pero cada vez das menos importancia a según qué carreras. Más joven, no dudaba en arriesgar. Ahora selecciono. El año pasado tuve tres sprints importantes. Gané dos, San Remo y Tours, y fallé el del Mundial.

No es de ahora. Usted siempre seleccionó sus objetivos.

Me motivo más en las citas importantes. Hubo un año que logré bastantes victorias en pruebas secundarias y el equipo me dijo que había hecho un mal año. Más vale una carrera buena, que siete pequeñas.

¿Y este año?

Mi primer objetivo es la Milán-San Remo. Luego la Amstel. Y después, el Mundial.

¿Qué le parece el circuito del Mundial?

No es tan fácil como dicen. Entre los 20 kilómetros neutralizados y los 280 de carrera, ya son 300. Con mal tiempo será durísimo. La meta está en un repecho del 5%, que me va bien. Es una buena oportunidad y trataré de aprovecharla.

¿Correrá la Vuelta?

Seguro. Y esta vez quiero hacerlo bien, ganar una etapa...

Y en 2012 quiere estar para los Juegos Olímpicos, ¿no?

Sí. He participado en Sydney, Atenas y Pekín. Serían mis cuartos Juegos. Sería muy bonito.

¿Vive usted como un rico?

Vivo como un rico porque hago lo que quiero, dentro de las limitaciones que impone mi profesión. Pero no malgasto.