Purito vs Tiburón

Ciclismo | Vuelta 2010

Purito vs Tiburón

Purito vs Tiburón

jesús rubio

El líder se mide hoy a un especialista en la crono como Nibali

Llegados a este punto es de obligado cumplimiento comparar el rendimiento de Purito y Nibali en las cronos que han disputado juntos en grandes vueltas. Ya adelanto que los datos son engañosos porque el italiano siempre peleó esas etapas a conciencia y el español casi siempre se dejó llevar. Las coincidencias se limitan al Giro 2008. Veamos. En Urbino, sobre 40 kilómetros, Nibali le aventajó en 3:30; en la cronoescalada de Plan de Corones (13 km) le sacó 1:15 y en Milán (29 km), de nuevo, 3:30. No es raro que el tiburón italiano calcule para hoy una diferencia de tres minutos sobre Purito. Tal vez hasta quiera ser generoso.

Sin embargo, a estos datos poco alentadores hay que aplicarles algunos factores de corrección. El primero, que Purito es líder. Y ya conocemos los efluvios inspiradores que acompañan a quien se viste de rojo, amarillo o rosa. Aunque es imposible estimar en cuanto tiempo se traduce el liderazgo, pondremos sobre la mesa 30 segundos (aleatorios, pero redondos) que se restarían a los tres minutos que planea Nibali.

La siguiente consideración tiene que ver con el momento en que llega la crono. Sabido es que en la tercera semana importa más tener fuerzas que ser especialista. Prueba de ello son los famélicos 31 segundos de ventaja que le sacó Contador a Andy Schleck en la última contrarreloj del Tour (52 km). De manera que, visto el rendimiento de los púgiles en la ascensión a Cotobello, nos atreveremos a apuntarle a Purito otros 30 segundos, lo que nos dejaría con un retraso de dos minutos en la etapa y 1:27 en la general. Todo esto, sin contar heroicidades, desfallecimientos, caídas o lluvias torrenciales (estará nublado pero no se esperan precipitaciones). Es decir, haciendo esfuerzos por ser realistas.

La conclusión, de cumplirse este pronóstico nada científico, es que pasada la crono nos quedaría una carrera por decidirse en la Bola del Mundo, en cuya cumbre, lo recuerdo, se volverán a repartir bonificaciones (20, 12 y 8 segundos). No sería mal panorama, convendrán, y podría ser mejor aún si Mosquera se mete en la pugna, o si por el camino se nos cuela alguno de los purasangres que todavía acechan el podio.

Síndrome.

Para quienes todavía sufran el síndrome Caritoux, un consuelo: esto se parece poco. Hace 26 años aquel francés que aún habita nuestras pesadillas afrontó la crono de Torrejón con 37 segundos de ventaja sobre el infortunado Alberto Fernández, que sólo pudo recortarle 31. Entonces, el maillot de líder volvió a ejercer un influjo mágico.

Hoy se escribe otra historia. Nibali ya ha demostrado de lo que es capaz. Sobre Purito no hay referencias, sólo sensaciones. Y son magníficas.