Purito Rodríguez
"Si pierdo dos minutos en la crono, tengo opciones"
Purito Rodríguez recuperó el maillot rojo de su "admirado" Custo Dalmau. El catalán, de nuevo líder, espera perder lo mínimo respecto a Nibali mañana en la crono de Peñafiel para lanzar su último ataque en la Bola del Mundo.
Le ha cogido gusto al maillot rojo.
Sí, vuelvo a estar de líder de la carrera después de una jornada agónica, que ha sido más dura que muchas de las que he disputado en el pasado Tour de Francia. Entre el calor, unos puertos tremendos y el ritmo con el que nos llevó Kreuziger en Cotobello, resultó un día complicadísimo.
Pero el saldo es bueno: sacó 37 segundos de ventaja a Nibali en apenas un kilómetro.
Cierto, todos los segundos que pueda coger de aquí a Madrid van a ser importantísimos. No esperaba conseguir tanta renta viendo que todos íbamos agrupados en la ascensión final.
¿Por qué no atacó antes?
Porque Kreuziger marcó una marcha que no permitía muchas alegrías. Fue, sin duda, el más fuerte de la etapa. Cuando saltaron Frank Schleck y Sastre me volví a mirar la cara de Nibali y parecía que iba bien. Luego, al atacar Mosquera en el último kilómetro, me di cuenta de que no, y ahí sí que fue demasiado tarde para lograr una mayor ventaja.
¿Cómo se siente?
Perfecto. Ya dije al principio de la Vuelta que venía a por todas, que si mantenía el punto de forma podía aspirar a la victoria. Me encuentro muy bien, tengo un buen golpe de pedal y espero mantenerlo hasta el próximo domingo.
¿Va a pesarle el tiempo cedido en Pal?
Ese día pequé de un exceso de confianza, no fue un desfallecimiento. Salí de rojo en Cataluña y quería hacerlo bien, quizá me pudieron los nervios. Lo que está claro es que cualquier segundito perdido durante lo que llevamos de carrera voy a echarlo en falta de cara a la contrarreloj.
En la crono de Peñafiel, ¿cuánta pérdida consideraría que estaría bien con Nibali?
Intentaré que sea lo mínimo, porque voy a dejarme el alma mañana. Hoy reconoceré el recorrido y luego trataré de hacer la mejor contrarreloj de mi vida. Si me dejo dos minutos, y ya es mucho, mantendré mis opciones para jugármela en la Bola del Mundo.
La Bola del Mundo es la última bala.
Así es. Tendré para atacar paredes de las que a mí me gustan. El equipo trabajará para que pueda ganar lo máximo, incluida la etapa y la bonificación de 20 segundos. A ver cómo llega Nibali a ese día.