"Volveré, sé que puedo pelear por una grande"

A 6,5 kilómetros de meta, entre los términos municipales de Medio Cudeyo y Marina de Cudeyo, donde el Santander está construyendo un bunker de procesamiento de datos, justo antes de la subida a Peña Cabarga, cuando el pelotón se afilaba para coger posiciones, Igor Antón, líder de la Vuelta, sufrió una terrible caída tras chocar su rueda delantera con una rama: "Me di con algo. Luego se me fueron las manos del manillar y salí despedido. Cuando me quise levantar a por la bicicleta, noté que me fallaba el codo derecho. El médico me dijo que estaba roto y que no había manera de continuar". En la montonera, Egoi Martínez acabó con una luxación de clavícula. Marzio Bruseghin (que podría abandonar hoy con múltiples contusiones) y Rigoberto Urán también perdieron sus opciones en la general.

Inmediatamente, Antón fue trasladado al Hospital de Cruces, en Barakaldo, su centro de confianza. Allí le hicieron radiografías que confirmaron la lesión y fue intervenido. La familia del ciclista se encontraba en meta. Cuando vio en la pantalla gigante las imágenes de su hijo magullado y ensangrentado, a Enrique se le escaparon las lágrimas: "Estamos hundidos. El chico podía ganar la Vuelta, pero tiene muy mala suerte. Se nos ha encogido el corazón". Igor tranquilizó a su familia por móvil: "Volveré. Ahora sé que puedo pelear por una grande".