Gilbert, nuevo jefe

Philippe Gilbert, ganador en Málaga y nuevo líder, es carne de campeón del mundo. La apuesta se paga barata. A sus 28 años, Gilbert es un fijo en los pronósticos de cualquier clásica, ya sea como ganador o colocado. Vean: en esta temporada ha sido primero en la Amstel, tercero en Flandes y Lieja, sexto en la Flecha Valona y noveno en la Milán-San Remo. Sangre azul.

Es un honor que un ciclista así se manifieste y que muestre cierta predilección por la Vuelta, donde lleva cuatro años haciendo puestos y buscando etapas. Ya cuenta con una y con premio extraordinario. La siguiente reflexión es hasta dónde podrá llegar y si tendrá ganas de hacer el esfuerzo. Con los ciclistas tan completos uno espera que un estímulo los convierta en campeones de más largo recorrido, tal y como sucedió con Jalabert. Será difícil repetir un caso tan excepcional, pero la Vuelta es buen lugar para intentarlo.

Tras Gilbert, a tres segundos, cruzó la meta Purito. Su capacidad de seducción le está convirtiendo en el corredor más popular de la carrera. Y su talento está correspondiendo a las expectativas. En una época en que predominan las tediosas precauciones y las declaraciones sin sustancia, Purito se expresa con una naturalidad maravillosa. Ya antes de la etapa se declaró candidato a la victoria y no se esconde cuando le plantean desafíos de mayor calado. Es muy posible que nos encontremos ante un ciclista que ha completado la transformación en mariposa. A los 31 años. Nunca es tarde.

El orden de la etapa nos sigue sirviendo de escaparate. Antón, a 13 segundos, representa un feliz regreso, pues ya lo dábamos por improbable. Hace dos años una caída le dejó fuera de la Vuelta cuando era sexto y estaba por subirse el Angliru. Era su momento, su montaña. Ahora, con 28 años, todavía está a tiempo de subirse al tren.

Nibali fue el primero de los favoritos con carnet, lo que demuestra su compromiso con la carrera (aleluya, Italia). Tras él gotearon Menchov, Mosquera, Arroyo y Frank Schleck, el hermano que sigue en pie. Andy, adversario natural de Contador, se empeña en manchar su prestigio cuando visita España. El delfín del ciclismo mundial se presentó en Málaga a 14:10 de Gilbert. Contador jamás hubiera hecho algo así. Esa es la diferencia, una de ellas.

Lo de Sastre no debe sorprendernos. Si se dejó medio minuto es porque la edad nos quita explosividad y nos da pausa, eso que llamamos madurez para aliviar la pena. El mismo tiempo cedió Kreuziger, eterno aspirante que otra vez asume el papel de gregario.

El héroe.

Consignado el papel de las estrellas, es el turno del héroe de la jornada. Se trata del gallego Serafín Martínez, ciclista del Xacobeo. Después de una valerosa fuga (solo y en compañía de otros), fue cazado a un kilómetro de la meta. También hay gloria en esa imagen; de hecho, Bogart hizo carrera con papeles así.

Hoy tampoco se lo pierdan. Brasas en medio y pimienta al final. Gran menú para ser culminado, quizá, con un purito.