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Ciclismo | Vuelta 2010

Mosquera: "Fue como pedalear en una sartén"

En los pulsómetros la temperatura llegó a 49 grados

<b>SUFRIMIENTO. </b>Durán pasó un mal día y llegó a más de 28 minutos.
Jesús Rubio

Me asusté cuando miré el pulsómetro y vi que la temperatura oscilaba entre los 48 y los 49 grados". Óscar Freire relataba con buen humor el calor que había pasado el pelotón camino de Marbella. Ezequiel Mosquera se explicó de manera más metafórica: "Fue como pedalear en una sartén". Los equipos gastaron una media de 220 bidones de agua, aparte de sales minerales y alimento líquido. Formaciones como Euskaltel, Cervelo, Sky o Footon vaciaron las tres neveras con hielo que habían preparado para la jornada, con capacidad para cerca de 80 botellines cada una. Los corredores consumieron una media de 15 para no deshidratarse, una cantidad cercana a los 13 litros de agua. "Lo importante del día es haberlo pasado sin sobresaltos", resumió la mayoría.

Sin reposo.

Algunos como Cavendish y Sastre señalaron como factor atenuante la falta de descanso después de finalizar la crono nocturna de Sevilla a las doce de la noche. El abulense lo valoraba así: "Lo pasamos muy mal por el calor insoportable y las pocas horas de sueño y reposo que tuvimos". El maillot rojo, Mark Cavendish, entiende la situación: "Para dar un espectáculo como el de la contrarreloj, dispusimos de menos descanso, aunque el calor y las incomodidades son las mismas para todos los participantes".

Otro corredor que sufrió para terminar la jornada fue Rubén Plaza, que añadió a la canícula una sobrecarga muscular en el vasto que casi le impidió dar pedales con normalidad desde el kilómetro 70. Finalmente pudo acabar en el tiempo del pelotón.