¿Pasaron los calambres del descenso de La Madeleine?

Ya estoy mejor. No podía dar pedales. Me defendí como gato panza arriba y pude llegar bien sacando diferencia a mucha gente.

¿Luchará contra Contador y Schleck?

¿Por la general? Eso es cosa de dos, de Andy y de Alberto. Podré ser espectador de lujo de la batalla entre ellos, pero voy a ir a por todas.

¿Seguirá apostando por la general o irá a por una etapa?

Busco un sitio de privilegio en el cajón. Aunque una victoria de etapa sería genial tanto para mí como para el Euskaltel.

¿En los Pirineos se verá un mano a mano entre los dos?

Son inalcanzables subiendo.

Dicen que Alberto flojea.

Pues yo le vi más sereno en La Madeleine que a Schleck, que le atacó sin cesar y Alberto siempre le pudo seguir y ni siquiera contraatacó. La posición que tiene ahora Contador en la general es idónea.

¿Ha pasado usted de ser un rematador de etapas a un hombre de fondo?

No es tanto así. Ya he hecho grandes resultados en las vueltas de tres semanas. He sido sexto en el Tour, segundo y tercero en la Vuelta. Un hombre en forma es capaz de todo. Mire a Indurain, Armstrong, Contador Ganaron en todas las disciplinas.

¿Quiénes serán sus rivales para esa tercera plaza?

Están, por ejemplo, Leipheimer y Menchov, que van mejor que yo en contrarreloj. Denis ya me ganó en una crono de la Vuelta.

Qué bien le está saliendo todo, ¿no?

De momento no me he caído, que ya es un triunfo en el Tour.

¿Tiene miedo a la última semana pirenaica?

No es miedo, pero sí que se puede acusar mucho el cansancio y el calor.

¿Qué piensa de los enormes éxitos del deporte español, entre ellos su oro olímpico?

Tenemos al mundo asustado. La gente habla de las ocho medallas de Michael Phelps, pero... ¿quién tiene este número de deportistas tan exitosos? En ciclismo, motor, tenis o fútbol tenemos éxitos asegurados para los próximos cinco años. Otra cosa es saber si habrá relevo.

¿Y dinero? ¿Hay dinero?

No tanto para el ciclismo. El pastel que antes era para el ciclismo se lo quedan otros. Pero es normal porque ya no sólo se gana en ciclismo, sino en todas partes.

No será también culpa del dopaje

Todo influye. Hoy en día los jóvenes no quieren ser ciclistas como antes.