"Espero más guerra, pero el Tour se decide en los Pirineos"

¿Cómo fue la etapa?

Hizo un calor sofocante y eso hizo que fuera muy exigente. El último puerto no era lo suficientemente duro como para que se marcaran diferencias. Estoy contento porque las piernas funcionaron bien, y ya no tengo las molestias musculares que he sufrido durante toda la semana después de las caídas de los primeros días. No llego tan castigado al final de las etapas.

¿Por qué tiró el Astaná en el último puerto?

Porque no queríamos que la escapada cogiera demasiados minutos. Hay hombres como Chavanel que están muy fuertes. Por eso mandamos a Paolo Tiralongo y Dani Navarro para que mantuviesen un ritmo intenso. Respondieron muy bien. La única noticia negativa del día ha sido la nueva caída de Jesús Hernández. No está siendo su Tour. El Astaná está haciendo una gran carrera. Me siento muy seguro en este equipo.

¿Qué espera para Morzine?

Más guerra que en Rousses. Es una etapa que ha levantado muchas expectativas y que va a tener más movimiento entre los hombres de cabeza. Hará mucho calor y eso lo condiciona todo. La etapa será durísima. Los Alpes pueden no ser, en principio, muy decisivos, aunque habrá que ir con cuidado con el puerto de La Ramaz. Si no hay una sorpresa, el Tour va a sentenciarse en esas etapas de los Pirineos que aún tenemos por delante en la tercera semana.