El español Alberto Contador, doble vencedor del Tour y favorito número uno en la presente edición, se mostró "contento dentro de lo que cabe" tras la disputa de la etapa de la tercera etapa, la jornada del temido pavés, en la que cedió tiempo respecto a Andy Schleck y Cadel Evans y lo ganó sobre el estadounidense Lance Armstrong.

"Estoy contento dentro de lo que cabe. En los últimos 30 kilómetros he ido con problemas en la rueda trasera, se me quedó atascado el freno. Aguanté como pude y preferí ante todo no parar a cambiar de bicicleta", explicó el jefe de filas del Astana.

Contador, decimotercero en la etapa y noveno en la general, señaló que la etapa "es para estar contento, ya que al menos he salvado el día". Sobre su equipo comentó que había estado "extraordinario", con un décimo puesto del kazajo Alexandre Vinokurov.

Sobre el resultado del estadounidense Lance Armstrong, Contador no quiso pronunciarse antes de analizar la clasificación y conocer las diferencias: "No hay que mirar qué han hecho unos u otros, sino sacar ventaja a todos los rivales. El equipo, además, ha estado extraordinario y ''Vino'', impresionante".

Contador explicó que, a pesar de saber que la rueda no iba bien, prefirió continuar antes que parar a cambiarla. "Sabía que si cambiaba la bici iba a ser mucho peor y he preferido seguir con la rueda frenada. No me podía poner de pie, pero bueno, hemos salvado el día".

De las diferencias obtenidas hoy dijo: "No son nada del otro mundo y, si digo la verdad, no sabía quién iba por delante y quien iba por detrás. Las diferencias no son insalvables todavía". De sus sensaciones durante la etapa dijo que al principio se encontró "bastante mal". "He cambiado la bici en el kilómetro 100 y entonces las sensaciones eran pésimas, pero a partir del cambio me he ido encontrando mejor y luego con toda la tensión del pavés, ya me he sentido muy, muy cómodo, comodísimo".

"Con la avería sabía que no podía entrar al relevo, no podía ponerme de pie y sabía que iba gastando más fuerzas de lo normal, pero no podía parar", dijo Contador, quien dijo que fue por eso por lo que se descolgó en el último kilómetro. "Ya no podía más", aseguró.

La bicicleta de Contador pasó el "control antidopaje"

La bicicleta de Alberto Contador tuvo que pasar el "control antidopaje" al final de la tercera etapa disputada entre Wanze y Arenberg, la jornada del pavés, en el que tanto las máquinas como los corredores sufrieron la dureza de siete tramos de pavés.

Contador prestó su bicicleta a los ingenieros contratados por la UCI para someterla a la prueba del escáner, cuya misión es detectar posibles motores camuflados en el cuadro de la bicicleta, aspecto que se sometió a debate y sospecha tras el triunfo del suizo Fabian Cancellara en la última París-Roubaix.

Precisamente Cancellara, líder del Tour, también ha pasado la prueba de la bicicleta, lo mismo que el ganador de la etapa, el noruego Thor Hushovd, el australiano Cadel Evans, campeón del Mundo, el kazajo Alexandre Vinokurov y el británico Bradley Wiggins. Bicicletas ilustres ante el escáner.