Javier Otxoa, el más controlado
Javier Otxoa ha sido seguido de cerca y sometido a numerosos controles antidopaje, tanto por el Gobierno de Euskadi como por la UCI. Las instituciones vascas no querían arriesgarse a un escándalo de su paralímpico más laureado y mediático, que en 2008 tenía una beca ADOP de 12.075 euros. También hizo un seguimiento especial al maratoniano Javier Conde. Además, cuando la UCI convirtió en obligatorios los controles en los critériums internacionales de deporte adaptado, fijó su obsesión en Otxoa y en otro español, César Neira. Ambos han pasado infinidad de controles, algunos por sorpresa. Su nombre ha aparecido vinculado a la Operación Grial tras la detención de su preparador, Vicente Natividad, quien habría utilizado a Otxoa como suministrador de sustancias en el pelotón paralímpico.