El Tourmalet se sube dos veces en homenaje a 100 años de Pirineos
A Henri Desgrange le llamaron "asesino" cuando inventó la montaña para el Tour de 1910. El mítico patrón hizo de la llegada a Bagnères-de-Luchon y de la ascensión al Tourmalet (descubierto por el redactor de L'Auto Alphonse Steinès) dos infiernos pirenaicos que, cien años más tarde, son patrimonio mundial. El Tour de 2010, que comienza en Rotterdam (Países Bajos), será un homenaje a Desgrange (el maillot amarillo llevará sus iniciales) y el Tourmalet, que se ascenderá en dos ocasiones: una en la 17ª etapa, con final en Pau, y otra al día siguiente como final de etapa.
"Será el Tour del fervor", dijo Cristian Prudhomme, el jefe de una carrera que sobrevive pese a los golpes del dopaje. Antes de los Pirineos, el Tour más montañoso y menos contrarrelojista pasará por los Alpes con la cima de Morzine-Avoriaz como único final en alto (hay cinco en total) y el tránsito deportivo-turístico por el paso d'Armstrong, allí donde en 2003 el texano tuvo que pedalear por la ladera del col del Manse por esquivar al caído Joseba Beloki camino de Gap.