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Ciclismo | Mundial de Mendrisio

Freire aspira a su cuarto Mundial a 2,5 km de casa

"Me sé este trazado casi de memoria, es duro y selectivo"

<b>SU RINCÓN PREFERIDO. </b>Óscar Freire, que vive en Suiza junto a su familia, tiene entre sus lugares preferidos el lago de Lugano.
dani sánchez

Oscar Freire nació en Torrelavega el 15 de febrero de 1976. Cuando firmó por el equipo holandés Rabobank (en 2003), adquirió una segunda residencia en Coldrerio, en la Suiza italoparlante. Mendrisio, sede de los Mundiales de este 2009, se encuentra a 2,5 kilómetros de su casa: "Me haría ilusión conquistar aquí mi cuarto maillot arco iris". Si venciera mañana, desempataría con Binda, Van Steenbergen y Merckx a tres campeonatos, y lograría el récord histórico: "Me encuentro bien y quiero el oro, pero si no gano, no supondrá ningún fracaso".

El circuito rodeará su vivienda: "El recorrido forma una isleta, y yo me encontraría en medio. Me sé este trazado casi de memoria, es duro y selectivo". Muchos corredores le han llamado para que ejerciera de guía: "Algunas veces me encontraba fuera y no he podido ayudarles, aunque sí que me han telefoneado bastantes compañeros". No obstante, los entrenamientos son un problema en Coldrerio: "O vas por zonas llanas, pero con mucho tráfico, o no te das cuenta y no paras de subir repechos. Me resulta más sencillo prepararme en Cantabria".

Como buen conocedor de la zona, recomendó "hace dos años" a la Federación un hotel en el centro de Mendrisio, donde ahora se aloja la gente de la Unión Ciclista Internacional (UCI): "Hubiera sido más cómodo para todos". Y se habría evitado el polémico traslado de los ciclistas españoles de Como a Lugano.

Este fin de semana, Freire recibirá la visita de al menos 20 personas entre familiares y amigos. "La vida en Suiza es tranquila, aunque a mí me gusta pasarme a Italia a comprar, sobre todo a Varese. Esta zona es la más cara de Europa. Hay pisos en Lugano que cuestan de dos millones de euros para arriba. Los mileuristas las pasarían canutas".

La vida en Suiza.

Su mujer y sus hijos no han puesto pegas para adaptarse a la vida en Suiza: "Estamos muy contentos y aprovechamos el tiempo libre. Me encanta el lago de Lugano, de aquí tengo fotos personales". ¿Y qué idioma habla Marcos, su hijo mayor? "Si te diriges a él en italiano, te responde en italiano; en español, pues en español. Se le ve feliz en la escuela". Seguro que le hará aún más feliz que su papá gane su cuarto Mundial cerca de casa.