Encontró su destino en una tómbola

El destino le marcó a Jesús Rosendo (16-3-1982, Carmona, Sevilla) que debía ser ciclista. "Tenía trece años y me tocó una bici en una tómbola. Era un hierro, no tenía ni marca. Me apunté al club ciclista de mi pueblo y, aquí estoy, en la Vuelta". No fue tan fácil. Rosendo, que ganó carreras como amateur y hasta fue líder de la Copa de España Sub-23 en 2004, se hartó de esperar una oportunidad como profesional, colgó la bicicleta y durante año y medio estuvo trabajando como electricista en Mercadona.

Hasta que, en 2007, llegó Antonio Cabello y le ofreció un puesto en el Andalucía. Rosendo corrió la Vuelta, acabó como farolillo rojo (a más de tres horas de Menchov) y con seis puntos en la barbilla y otros seis en el codo tras pegarse tremendo galletón cuando bajaba a 80 km/h el Cantó. Sufrió como un perro para acabar. Pero este año y el pasado encontró su protagonismo en las largas escapadas. Como la de ayer.