El día de la repesca no se corrió más que la media

La presunta rapidez con que se disputaron las etapas de Velefique y Sierra Nevada, como justificó Javier Guillén, fue el argumento para la repesca de 57 corredores. Los datos son otros. En Velefique la media fue de 32,160 km/h, cuando la velocidad media previsto era de 35 km/h; mientras que en Sierra Nevada fue de 33,436 km/h y la velocidad media estimada era de 34 km/h. No es precisamente la Vuelta más rápida de los últimos tiempos, al contrario. La velocidad media actual de la carrera es de 37,390 km/h. Hay que bajar 16 años para encontrar una media más baja: 37,303 km/h en 1993. Y desde luego, está muy lejos del récord de 42,546 km/h establecido en 2003.

Ayer, en la meta de Puertollano ganó uno de los 57 repescados de Sierra Nevada: el alemán André Greipel. Hubo perdón para él y para cinco de sus compañeros en el Columbia que le prepararon el sprint. Greipel, sin embargo, no piensa que su victoria haya sido un regalo. "Yo creo que la organización hizo bien en repescarnos. Sinceramente pienso que el margen para el cierre de control era muy pequeño en una etapa que tuvimos que subir muchos puertos con cerca de cuatro mil metros de desnivel acumulado a lo largo del día. El retraso con el que llegamos a meta no era tanto para tratarse de una etapa tan dura".

También Eusebio Unzué defiende la amnistía de sus tres corredores. "De todos los que fueron repescados, los que más lo merecían fueron precisamente Chente, Fran Pérez y Erviti, que se pegaron una paliza llevando el pelotón en los primeros kilómetros hasta que se desfondaron".

Dedicatoria.

Con su triunfo, Greipel recuperado además el liderato del maillot verde, que lo vestía porque Valverde debía llevar el amarillo. El velocista alemán explicó por qué hizo el gesto de apuntar con los dedos al cielo tras cruzar la meta. "Se cumplen justo tres años de la muerte de mi mejor amigo. En esta misma fecha también falleció mi abuelo. He querido enviarles mi recuerdo".