Cancellara vence en la crono de Valencia y recupera el liderato

El corredor suizo Fabian Cancellara (Saxo Bank) se adjudicó hoy la séptima etapa de la sexagésimo cuarta edición de la Vuelta a España, una contrarreloj individual con salida y meta en Valencia sobre 30 kilómetros, al parar el crono en primer lugar con suficiencia, lo que le oficializa nuevamente como portador del maillot oro de líder.

El helvético, vigente campeón olímpico en la disciplina contra el reloj, superó la adversidad climática para invertir un tiempo de 36 minutos y 41 segundos para cubrir el giro a un trazado con final con sabor a Fórmula 1 -la meta corresponde a la misma que en el circuito de Europa-, y paró el crono con un tiempo 32 segundos inferior al realizado por el británico David Millar (Garmin), segundo, y 36 con el teutón Bert Grabsch (Columbia), tercero en la línea de meta.

Este éxito supone el sexto triunfo del año tras la firmada en el Tour de California, dos en la Vuelta a Suiza, el prólogo del Tour de Francia, en la que además llegó a vestir el maillot amarillo seis días, el campeonato nacional de Suiza en ruta y la etapa inaugural de la ronda española el pasado sábado en la salida en Assen (Holanda).

Por su parte, el campeón olímpico en ruta, Samuel Sánchez (Euskaltel), concluyó sexto a 47 segundos del ganador, y sacó diferencia con el resto de favoritos, el australiano Cadel Evans (Silence-Lotto), que cedió 15 segundos más que el asturiano, el murciano Alejandro Valverde (Caisse D''Epargne), 18, el kazajo Alexandre Vinokourov (Astana), 25, y el italiano Ivan Basso (Liquigas), que llegó con más de un minuto de retraso.

La lluvia y el viento, protagonistas

El transcurso de la prueba estuvo marcada por las fuertes rachas de viento y por la lluvia caída en la capital del Turia, que condicionó la ruta y el aumento la precaución de la mayor parte del pelotón, aunque esto no evitó que alguno de ellos, como el caso del campeón belga en ruta Tom Bonnen (Quick-Step), que concluyó con magulladoras tras desplomarse en el suelo.

El primero de los ciclistas en mostrar sus cartas fue el británico David Millar, especialista contra el reloj, que marcó el mejor tiempo del primer bloque de ciclistas, en el que destacó la presencia de los hermanos Schleck (Saxo Bank), que perdieron más de dos minutos en la línea de meta.

Posteriormente, con la salida de los ''gallos'' de la ronda, el tiempo realizado por el escocés únicamente pudo ser rebasado por el actual dominador en esta materia, el suizo Fabian Cancellara, que, pese a no contar con el mejor tiempo en el primer parcial en el kilómetro 11 de la prueba, finalmente impuso su hegemonía en el resto del trazado, más favorable a su explosividad.

Samuel Sánchez, el mejor de los elegidos

Por otro lado, el asturiano Samuel Sánchez corroboró su aclimatación a su asignatura pendiente y firmó el mejor tiempo de los favoritos, al parar el crono en 37 minutos y 28 segundos. Su participación fue la más destacada al doblar a uno de sus principales rivales en la lucha por la clasificación general, el gallego Ezequiel Mosquera (Xacobeo Galicia), que cedió más de un minuto y medio con el líder del Euskaltel.

Una de las sorpresas de la jornada la protagonizó el corredor vasco David Herrero (Xacobeo Galicia), que terminó cuarto la etapa a 40 segundos del ganador, mientras que uno de los líderes del Astana, Haimar Zubeldia, acabó decimoséptimo a un minuto y 18 segundos.

Para mañana, el protagonismo de la carrera recaerá en los favoritos al podio de Madrid al tomar contacto por primera vez con la alta montaña, en una jornada que partirá de la localidad valenciana Alzira rumbo hacia el Alto de Aitana, en un recorrido de toboganes compuesto por siete puertos - cuatro de tercera y dos de cuarta categoría- sobre un total de 206 kilómetros.

Será el primer test serio para las principales espadas y en la que pueden caer grandes diferencias, debido a la ascensión final a la cota alicantina, de categoría especial con 21,7 kilómetros de extensión y con una pendiente media de 5,7 por ciento y máxima del 9,5 por ciento, lo que puede hacer peligrar el jersey dorado del líder Cancellara.