Ciclismo | Vuelta a España 2009
Las etapas extranjeras preocupan a los españoles
Los equipos españoles empiezan la Vuelta a España jugando en campo contrario: terreno totalmente llano, carreteras estrechas, un tramo de pavés (solo uno, menos mal), los equipos holandeses y belgas supermotivados y en su salsa, y muchas posibilidades de caídas, cortes, abanicos en estas primeras etapas por Holanda y Bélgica.
La segunda etapa, la de mañana, es la más temida. En ella hay un tramo de pavés de 500 metros a 28 km de meta. Está en muy mal estado y es muy peligroso, tanto que la organización tiene decidido anularlo si llueve, pues con el piso mojado es seguro que habrá accidentes. Esta etapa también está llena de rotondas y carreteras estrechas. Será un verdadero suplicio para los corredores españoles.
La tercera etapa es también completamente llana, pero en general transcurre por buenas carreteras, anchas y con pocas rotondas. Como anécdota: 27 km discurren por territorio alemán.
La cuarta también tiene carreteras aceptables. Lo más destacable es que se asciende dos veces el Cauberg, muro mítico de la clásica holandesa Amstel Gold Race. Y luego, a sólo 12,7 km de meta, la cota de San Nicolás, la penúltima de la Lieja-Bastoña-Lieja. Pero la etapa no termina en el muro de Ans, como en la clásica, sino en una calle llana.