La depresión que agobia al Euskaltel en los últimos tiempos por los positivos de Íñigo Landaluze y Mikel Astarloza tornó ayer en alegría en la Subida a Urkiola, de la mano de Igor Antón. El escalador vizcaíno entró victorioso en solitario, besándose el maillot naranja, en una imagen plena de simbología: trató de limpiar con una noticia deportiva el nombre del conjunto y se resarció del flojo Tour que ha completado. Su éxito se sumó al logrado sólo dos días antes, en Getxo, por el velocista Koldo Fernández de Larrea.

El de Galdakao fue el más fuerte del sexteto de corredores que quedaron en cabeza en el tramo final de la carrera, que finaliza en el legendario santuario vizcaíno. En ese grupo de elegidos se encontraba también el vencedor del pasado año, David Arroyo, que acabó cuarto. Al corredor del Caisse d'Epargne le superaron en los últimos metros Xavier Tondo (Andalucía) y el colombiano Freddy Montaña (Boyacá). Beñat Intxausti (Fuji-Servetto) y el resurgido alemán Patrick Sinkewitz (que ahora corre en el Whirlpool tras haber confesado que se dopaba), completaban el lote destacado que se quedó en cabeza en la última parte del puerto.

Antón, perfecto conocedor del terreno por el que rodaba, cimentó su triunfo en un duro ataque a poco más de un kilómetro de la llegada, que lepermitió coger unos segundos definitivos.