Tour de Francia | La intrahistoria
Beppu y Arashiro: dos japoneses por primera vez en París
Nunca un nipón acabó el Tour
Fumiyuki Beppu y Yukiya Arashiro. Dos japoneses en París. Mientras decenas de sus compatriotas vaciaban la tienda de Louis Vuitton en la avenida más bella del mundo, estos dos ciclistas enfilaban los Campos Elíseos a toda velocidad, jaleados por miles de personas, como "jamás" habían visto. Es la primera vez en la historia de un Tour que un japonés -compartirán gesta- acaba la carrera. "He llegado a París sin un gramo de fuerza", reconoce Arashiro, la perla del Bouygues al que se le apagó pronto la luz. Fue quinto en el primer sprint, aquel lejano ya en el tiempo de Brignoles, y luego se dejó seducir por la prensa. "Acabé enfadado y sin ganas de contestar a las preguntas", dice Arashiro.
Con otra cara, Beppu (Skil Shimano) nos atiende en el tren de alta velocidad camino de París. "Va a ser una fiesta en mi país. Fui campeón muchas veces allí pero nada iguala este reto", dice. A Beppu, que se define "como rodador, que ni sprinta ni sube mucho", todavía le quedaba una brizna de fuerza. Se escapó junto a un grupo reducido de corredores, entre ellos el asturiano Carlos Barredo, para rodar en fuga durante las primeras vueltas del circuito por los Campos Elíseos. No ganó. Ni tampoco subió al podio. Pero allí, en la intimidad de la trastienda, junto a Contador, la familia de Armstrong y los himnos cambiados, alguien le otorgó el trofeo al "combativo del día". Lo guardará en su casa de Lyon junto al maillot de campeón de la montaña de la Ruta del Sur. "El año que viene volveremos", coinciden.