"Soñé que Contador me dejaba ganar esta etapa"

Cuánta gloria, Juanma.

Es lo más grande que me podía pasar en esta vida de ciclista: ganar una etapa del Tour. Ya lo he hecho todo. Vencer en la Vuelta, en el Giro y en el Tour. Pensaba que no iba a llegar nunca este triunfo.

Y en el Mont Ventoux, la catedral.

Se me pone la piel de gallina. Creo que hasta que no llegue el lunes a casa no sabré realmente lo que he hecho. Es que no lo puedo explicar con palabras.

Hágalo con sentimientos.

O con sueños. Anoche soñé (la víspera) que ganaba en el Ventoux. No se lo dije a nadie. Me desperté de madrugada y lo vi claro, que me marchaba solo y me alcanzaba Contador, que era generoso y me dejaba ganar. Los sueños a veces se cumplen.

Tony Martin no se lo puso fácil, ¿verdad?

Fue complicado vencerle. Los dos últimos kilómetros fueron de estrategia total. Tuve que jugar mis bazas. A un kilómetro de la llegada salté con todas mis fuerzas porque ya no tenía referencias y sabía que Pellizotti y los demás venían por detrás muy cerca, pero 300 metros más allá me di con todo el viento de cara. Entonces decidí esperar a Martin y ponerme a su rueda. Me la jugué al sprint y gané. Fueron los dos últimos kilómetros más duros de mi vida.

¿Qué significa este triunfo?

El broche de oro a mi carrera. Durante un tiempo pensé que alcanzar el podio en una gran vuelta de tres semanas era el objetivo. Fui cuarto en el Giro.

¿Esta victoria es para?

Para mi madre que está pasando por un bache y también para el Rabobank.

Guipúzcoa está de moda.

Zubeldia ha hecho un Tour sensacional y subirá al podio con Astaná, Astarloza ganó en Bourg Saint-Maurice y yo aquí.