Contador defiende el honor de Armstrong

El Tour sube a la Luna por 14ª vez. Desde que Lucien Lazarides coronara el Mont Ventoux en cabeza en el estreno en 1951 hasta que Richard Virenque culminara una gran escapada en 2002, este "espejo de las águilas" de la Provenza ha santificado el nombre de los escaladores que han querido desafiar su paisaje lunar y su viento de cara: desde el chalet de Reynard hasta la cima, entre piedras, a 1.912 metros de altura, después de 21,1 kilómetros de ascensión a un porcentaje medio de 7,6 de desnivel.

El amarillo no se decidirá hoy pese a que Alberto Contador piense que "en cualquier error se puede perder el Tour". El madrileño buscará las tablas en cuanto se vea en apuros y "cuando el objetivo del amarillo esté conseguido", y si las fuerzas acompañan, "ayudaré a Armstrong" para que mantenga su tercera plaza. "Estar en el podio con él da prestigio a mi triunfo". El americano aceptará de buen grado que le echen una mano: "Quiero defender su plaza". Ser protagonista en los Campos Elíseos le sigue apasionando. En el Ventoux va a tener el apoyo de su mujer.

En 34 segundos están Lance, Wiggins, Klöden y Frank Schleck. Andy, el hermano de este último, hará "todo lo posible" para subirle al cajón. "Vamos a dar guerra", dicen. En Astaná lo saben pero se van a quedar "a la defensiva", según Contador. "Como jamás he ido al Mont Ventoux en plenas condiciones no tengo grandes recuerdos. No me gusta para atacar porque en los diez últimos kilómetros sopla mucho viento".

Canícula abajo, frío en la cima

Serán 145 kilómetros los que deberán recorrer los ciclistas desde Montélimar antes de emprender la subida al Ventoux. No habrá ni un metro de llano antes de acometer el puerto "más duro del Tour", como así lo definen los especialistas. Dos puertos de 3ª y una cota de 4ª pondrán la salsa a un día de sol en la Provenza. Se esperan temperaturas superiores a los 30 grados a pie de puerto y de no más de 10º en la cima.