Ciclismo | La intrahistoria
'Rocky' Lance echa el ojo a Andy Schleck
Llueve sobre la RN83 que cruza los Vosgos. Un hombre cruza a toda prisa el parking de un hotel de carretera. Se dirige a no menos de 40 personas que aguardan pacientemente detrás de un imaginario cordón policial. Es Lance Armstrong el personaje misterioso al que esperan, calado en un chándal gris con capucha. Y ahí le tienen: Rocky Armstrong, por la pinta y la fortaleza física que le acompañan en su regreso al Tour cuatro años después. Ayer no le tocó madrugar para recibir a la UCI. "No encontrarán nunca nada", ha escrito Lance en su página de Twitter. Se refiere a los controles antidopaje, los que le tienen mosqueado, pero en cambio le permiten abrirse a la gente y al pelotón
Armstrong habla con muchos corredores. Y uno de ellos es Andy Schleck, el líder del Saxo Bank, que a sus 24 años tiene todo el futuro por delante. ¿Se habrá comprometido el luxemburgués para fichar por el equipo del americano en 2010? A Lance le gusta rodearse de los mejores. Mejor tenerles al lado y no en la trinchera rival.