Cavendish iguala el récord de triunfos en once etapas

Cuatro etapas ganadas en los primeros once días del Tour. A Mark Cavendish osaron preguntarle ayer sobre si se llegaba a aburrir de tanta superioridad. Saltó como un león. "Es un insulto para mí y mis colegas. Aquí estoy ganando a los mejores". Es tan superior como cierto que puede incluso ser aburrido.

El inglés ya ha igualado sus triunfos del año pasado. Cuando alcanzó las cuatro se marchó para casa harto de que le involucraran en presuntos positivos por dopaje. Este año no hay tal sospecha. Pero sus malos modales no han pasado desapercibidos entre la gente. "Me han dicho que he insultado a los franceses. No es cierto. Quiero hablar con ellos". Ni tampoco en el pelotón. "Es verdad. Nunca doy relevos en la grupeta en las etapas de montaña. Tengo que conservar mis piernas para poder ganar luego".

Arrogancia.

En la arrogancia de su modo de sprintar también hay un meticuloso trabajo de preparación, seguido de cerca por Eric Zabel, el estratega del Columbia. "Sabíamos que el final picaba para arriba. Por eso me lanzaron hasta 150 metros de la meta y no a 250 como es habitual, por eso puse un piñón del 13 y no del 11 para estar más ligero", descubrió el inglés. Cavendish ya puede poner su cuarta alita en el cuadro de su bicicleta que vuela. "Tengo un equipo magnífico". Y una silueta de una chica desnuda envuelta en la bandera británica que le motiva cada día más.

Como Freddy Maertens, Cipollini y Petacchi

Mark Cavendish no es el primer enorme sprinter que gana cuatro etapas en el Tour de Francia de una manera tan rápida. Otros se apresuraron más. Alessandro Petacchi las logró en 2003 en sólo siete días, mientras que Mario Cipollini necesitó uno más, ocho, para alcanzar el poker de triunfos. Hay que remontarse al 1976 para encontrar otro récord similar: las cuatro victorias en nueve jornadas de Freddy Maertens. Este belga fue ocho veces vencedor de etapa en ese Tour de 1976, y ostenta el récord de victorias parciales, plusmarca que comparte con Charles Pélissier y Eddy Merckx. Las cuentas del récord le saldrían a Cavendish si logra aprovechar las pocas ocasiones que restan para los velocistas: hoy en Vittel, el sábado en Besançon y la tercera semana en Aubenas (viernes 24) y el final en los Campos Elíseos de París. Todo un reto para este insolente inglés nacido en la Isla de Man que trabajó en un banco en Bélgica pero que pronto vio que no podía pasar toda su vida metido en una oficina.