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Ciclismo | Tour 2009

El Tourmalet es la gran esperanza 'anti-Astaná'

Andy Schleck promete ataques. Evans, rendido

<b>LOS PUERTOS ESTÁN LEJOS DE LA META</b> La jornada de hoy entre Saint Gaudens y Tarbes cubre la última etapa pirenaica de este Tour de Francia. Se subirán el Aspin y el Tourmalet, pero el coloso de los Pirineos queda a 60 km de la meta.

En el corazón de los Pirineos, dos puertos que forman parte de la mitología del Tour de Francia, unen dos localidades claves en el desarrollo deportivo de esta cordillera: Saint Gaudens y Tarbes. Los ciclistas subirán los 12,5 kilómetros del Aspin (de primera categoría) a una media del 6,4 por ciento de desnivel, con la cima a 100 kilómetros de meta. Justo treinta kilómetros después estará el alto del Tourmalet, historia viva del ciclismo con 17 km de ascensión sin descanso. Al coronar todavía quedarán 70 km de descenso de vértigo hasta Tarbes.

Los rivales de Alberto Contador y Lance Armstrong van a tener que volver a lograr un imposible: poner en un brete a los líderes del Astaná. Cadel Evans y Andy Schleck lo intentaron ayer. El australiano ya se arrepiente de sus ataques en Envalira, así que nadie espera nada de él en el Tourmalet: "He gastado energías tontamente. Espero no pagarlo caro". Habrá que creerle. Por otro lado, el luxemburgués, más joven y osado, volverá por sus fueros. "No podemos dejar que el Astaná esté cómodo en carrera". Parece evidente que sólo unos ataques muy seguidos y no de corredores en solitario pueden hacer perturbar la solidez de la formación kazaja, con cuatro corredores en un puñado de segundos: Contador, Armstrong, Leipheimer y Klöden.